Puede cautivar la fantasía compartida y realizada, lo que causa el deseo de la próxima vez, e incluso la capacidad de hacer sentir posibles sus condiciones de amor
L.E.: Mi compañera actual me ha contagiado con más de una infección. ¿Cómo son felices las personas en un contexto así? Tengo otra pretendiente más aceptable socialmente que me pone pruebas que me parecen imposibles. La deseché y sigo con mi pareja, aunque en el fondo me digo que es circunstancial y no la muestro a mis amigos. Sin embargo, creo que he hecho mi elección.
¡Eres feliz! ¡Has elegido! No siempre logramos entender por qué nos sentimos atraídos y enamorados de una persona. Se puede amar lo que la persona no dice, pero leemos en su decir. Nos puede conmover un detalle desapercibido para otros. Puede cautivar la fantasía compartida y realizada, lo que causa el deseo de la próxima vez, e incluso la capacidad de hacer sentir posibles sus condiciones de amor.
Puede ser circunstancial esa felicidad que reniegas, en especial si no la cuidas. Tal vez, sin ser tan correcta, sin admirar a los amigos o a ti, esa mujer logre contagiarte de algo más que infecciones en ese contexto.
¿Qué te hace feliz a su lado? No siempre logramos comprender o asumir lo que hace feliz a nuestro cuerpo hablante. Podemos experimentar satisfacciones que distan de nuestros ideales o imagen de personas «correctas». Hay afectos intensos e inquietantes que volvemos a repetir.
Las enfermedades tienen tratamiento médico y los contagios afectivos son tratables al interior de la pareja. Cada cual inventa un modo. Puedes valorar acoger esta circunstancia si a pesar de tus esfuerzos por renegar o distanciarte de esa mujer elegida vuelves a desearla, la extrañas y te hace feliz encontrarla.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica
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