Llevarse bien por tantos años es saber hallar una solución ante lo que no marcha y pudiera separar
M.N. Llevamos juntos 12 años y tenemos una niña pequeña. Aunque otras veces nos hemos separado, creo que esta vez él no se interesa más en mí. Siempre nos hemos llevado bien, pese a problemas en la cama de hace muchos años. Y justo ahora dice que necesita un tiempo, que no quiere vivir en mi casa por problemas de convivencia o que no está a mi nivel intelectual. Nunca las diferencias fueron un problema entre nosotros. Estoy muy triste y no sé qué hacer.
Llevarse bien por tantos años es ya «saber hacer», una solución ante lo que no marcha y pudiera separarlos. Podrás estar en función de analizar lo que les ha alejado sin temer demasiado a esas «verdades», difíciles de decir y aceptar.
Te preguntas qué más sucede con este hombre que no puede asumir su desinterés. Sin embargo, es también la oportunidad de interrogar cómo te sientes en esta relación. La tristeza experimentada denota este conocimiento sobre lo perdido, aunque no sea dicho. Es cierto que las relaciones pueden tornar su pasión inicial en cierta cadencia cotidiana, pero esto no condena a renunciar al disfrute, sin intentar bordear de otro modo ese cambio que apareció.
Si el problema no es la convivencia familiar o las diferencias culturales, puede ubicarse en otro punto que tal vez es más doloroso y difícil de modificar. La crisis de hoy puede ser la oportunidad de abordar aquello que no marcha hace mucho, hasta avivar el interés.
Quizá se trate de una separación final, pero antes podrán elegir un espacio para comprender qué ha sucedido, sirviéndose de ese llevarse bien que los ha acompañado.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica.