Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

M.G.: Llevamos 33 años de matrimonio, con dos hijos. Todo marchaba bien hasta hace dos años. Discutimos mucho y ella rechaza hacer el amor. Siento que todo se desmorona. Hasta llegó a pedirme que me buscara una amante. ¿Será que no me quiere más? ¿Será por la menopausia? No sé qué hacer. Tengo 56 años y ella 50. 

En todo ese tiempo de relación han creado sus maneras de afrontar crisis e incertidumbres. Lo nuevo es el rechazo a la intimidad y el efecto de desmoronamiento que experimenta. Habría que comprender qué la lleva  a eso y por qué es tan grave para usted.

A veces hay trastornos orgánicos que afectan el deseo erótico, y pueden coincidir con los cambios propios del climaterio y la menopausia. En esa etapa las dificultades en la intimidad pueden ser expresión de afecciones.

Sin embargo, el deseo erótico tiene sus condicionantes. En las mujeres, además del clima de intimidad sicológica y complicidad, se precisan palabras de amor que expresen lo significativas y especiales que resultan. Aun después de 33 años juntos, se necesita cortejo. Además, pudiera ser necesario cambiar algunas prácticas, según los efectos del paso del tiempo. Es cierto que su rechazo señala problemática físicas, sicológicas o un poco de ambas. Paradójicamente, rechazar llama a un acercamiento del alma para llegar al cuerpo antes de un derrumbe total.

Después de dos años de discusiones, las palabras se han tornado lanzas que pudieron agrietar columnas e iniciar un desmoronamiento. Ya has podido ver cuán mal están. Toca ahora tomar un tiempo para conversar, observar, comprender hasta saber qué hacer.

Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica