Cada persona tiene elementos que nos disgustan imposibles de corregir y a veces pensamos que podemos cambiarlos y nos desilusiona no lograrlo
Y.Y.: Tengo una relación hace un año y ya no sé cómo aconsejarlo. Él insiste en calificarse como «malo» y critica las dimensiones de su pene. No me importa el tamaño, sino el placer que logra, y él ve el resultado: múltiples orgasmos gracias a su sensibilidad y detalles. Él es increíblemente bueno para mí. ¿Qué más puedo hacer para levantar su autoestima?
El amor permite sostenerlo en ese lugar de la falta en que se ubica. Demuestras con tus actos lo que en verdad te importa y eso debe captarlo, porque sigue a tu lado.
El amor suele ilusionarnos y hacernos sentir «dignos» de ser amados. También nos permite determinadas satisfacciones de alivio mientras se mantiene cierto equilibrio en la relación. También implica consentir a aquello que nos gusta sin exigir condiciones al otro.
Es posible que él no quiera cambiar ese compadecerse. No basta con que se devalúe para suponer que le hace mal. Tendría que sufrir a tal punto que quiera cambiar y en tal caso acudir a un profesional de la Sicología.
La otra arista es tu disposición a soportar a alguien que se «compadece» todo el tiempo. Tendrás que analizar si lo eliges a partir de lo que en él encuentras. Cada persona tiene elementos que nos disgustan imposibles de corregir. A veces pensamos que podemos cambiarlos y nos desilusiona no lograrlo. Olvidamos que los modos de actuar de cada persona nos resultan funcionales, necesarios, preferidos.
Tal vez no puedas levantarle la autoestima como sueñas, pero sí podrás amarlo y disfrutar su compañía más allá del instante erótico, y estar ahí para apoyarlo si un día quiere distanciarse de esa crítica que a ti te parece autocompasiva.
Mariela Rodríguez Méndez,
máster en Sicología clínica