L.E.: Llevo seis meses con mi novia y ella no logra llegar al orgasmo. Dice que nunca sintió uno. Se excita y disfruta el sexo, pero no llega al clímax. Hemos conversado del tema sin prejuicios. Ha tenido muy pocas experiencias sexuales. Apenas sabía masturbarse. Como solución, opté por ignorar el asunto y dejar que sea cuando pase, pero sospecho que necesitamos ayuda especializada. Yo tengo 22 años y ella 21.
Está bien centrarse en cada placer y parar cada vez que pueda aparecer el simulacro o la exigencia. El orgasmo nos llega caprichoso, cuando están dadas las condiciones. Solo tenemos que dejarnos llevar con él. Las mujeres cuyo orgasmo se escabulle suelen desear, excitarse y amar a su pareja. Todo va funcionando bien, pero alejan el clímax sin querer cuando pretenden controlar sus sensaciones; temen al ebrio descontrol de movimientos, cosquilleos y muecas, o prefieren fingirlo. Esas y otras «trampillas» impiden su goce más íntimo.
Ir encontrándose poco a poco con sus modos de goce, consentir su expresión, darle espacio en la cotidianidad es válido para todos; siempre que se respeten los límites del otro. La experiencia erótica llevada a su singular cumbre resulta sumamente beneficiosa para la salud y el amor a la vida. Sin embargo, tampoco hay que imponerla. Cada cual tendrá su forma de amar y disfrutar.
Aunque muchas mujeres prefieren renunciar, este es un asunto superable con cierta facilidad. No todas las mujeres que no llegan al orgasmo refieren disgustos o quieren cambiar esta situación. Nada las obliga entonces a someterse a una terapia para ello. En tales casos, su pareja podrá advertir la situación y elegir en consecuencia. Es recomendable una consulta para esclarecer cuáles son las barreras y la mejor manera de derribarlas o saltarlas.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica.