M.T.: Soy bisexual, pero temo a la reacción de mi familia cuando le cuente. Aunque tengo novia, eso no impide mi atracción hacia los de mi propio sexo.
Tu familia podría reaccionar de muchas maneras. El asunto radica en decidir cómo reaccionarás tú ante esta atracción, que podrá ser comprendida o no por otras personas. Definirte como bisexual es solo un primer paso. Luego decidirás el camino. De ahí dependerá lo que quieres comentarle a tu familia y cómo hacerlo.
Podrías intentar responder algunas de estas interrogantes: ¿Quieres seguir teniendo novia? ¿Quieres tener relaciones paralelas? ¿Quieres mostrarte públicamente o mantener en privado tu atracción por los hombres? ¿En verdad te sientes igual con ambos sexos? ¿Por qué necesitas que tu familia se entere? ¿A quiénes deseas comentarle esta situación?
Sería pertinente definir de qué quieres hablar, a qué miembros de la familia y para qué comentar lo que sientes. No todos están preparados por igual para escuchar y ayudar. Incluso los que más pueden apoyarte, podrían tener límites que deberías respetar. Por otra parte, tampoco tendrías que decir todo de una vez, a fin de que puedan ir construyendo juntos el futuro.
A veces hay que preguntar y conversar de modo general del tema en cuestión antes de plantear directamente la situación personal. No siempre contamos con amigos y familiares capaces de ayudarnos; pero si existen, son los primeros con quienes debemos abordar esas preocupaciones.
Si persisten la confusión y la duda, consulta a un sicólogo. Es posible que necesites conversar algo más antes de tomar decisiones.