R.R.: Mi relación con mi novia no es tan mala. Pero tengo un ex amigo que está enamorado de mí, aunque no me lo ha dicho de frente. Me cae atrás cuando salgo. Nos llevábamos bien al principio, pero hemos tenido problemas y ya no nos hablamos. Creo que me gusta, pero cuando intento acercarme cojo miedo y no me atrevo. Tengo 18 años.
Antes de volver a acercarte, intenta comprender mejor lo que sucede entre ustedes y lo que te impide dar un paso más. Ese miedo aparece por alguna causa. Nuestros afectos son señales que requieren interpretación, sobre todo cuando contradicen lo que creemos desear. ¿Cómo interpretas ese detenimiento ante cada intento de aproximación?
Hasta ahora, no hay nada dicho de frente. Hablas de un enamoramiento de este amigo a partir de tu interpretación de sus actos. Tampoco se hablan por determinados problemas entre ustedes. ¿Acaso no será tiempo de esclarecer lo sucedido y volver a conversar? La palabra teje lazos. Intimar con alguien que te atrae, requiere de esos lazos, que ahora no existen entre ustedes. Somos libres de elegir a la pareja que preferimos. Lo importante es el placer que con ella experimentamos.
Por otra parte, llama la atención que refieras que con tu novia no te vaya tan bien; mientras que con esta otra persona tampoco puedas tener una relación cara a cara. ¿Qué tiene esto que ver contigo? ¿Por qué solo puedes calificar tu relación actual como «no tan mala»?
Muchos jóvenes suelen sentirse confundidos, mientras eligen su futuro. Debes aprovechar este momento para analizar qué quieres en la vida, a partir de lo que sientes. Puede ser bueno consultar personalmente a un sicólogo.