R. O.: Mantengo relaciones sexuales desde los 18 años y aún no sé qué es un orgasmo. No sé si sea un problema conmigo o si simplemente es algo normal. Tengo 23 años.
Suele ocurrir que a las jóvenes les resulte difícil entregarse al disfrute erótico en sus primeras experiencias. Muchas van lográndolo, otras jamás.
La anorgasmia no hace a ninguna mujer anormal. No les impide tener una vida óptima en cualquier otra de sus esferas vitales. Sin embargo, tampoco hay que resignarse en el caso de desear saber qué es un orgasmo.
Muchas aman y se sienten muy atraídas por su pareja y no se explican cómo puede sucederles algo así. Desean complacer a su compañero y temen no actuar como se espera, se resisten a perder el control, desconocen sus propias sensaciones, se exponen a recibir una estimulación que no les resulta tan grata y se avergüenzan de pedir explorar otras prácticas. Hay muchas más razones alegadas por una u otra mujer, entre las que se cuentan las asociadas a la dinámica de la pareja y la subjetividad de cada una.
La disfunción orgásmica es una de las razones para acudir a una consulta donde se descarten trastornos físicos y singulares barreras sicológicas que impidan saber de esta intensa experiencia de placer, cuando así se desea. Por lo general resultan efectivos los tratamientos.
Para atender esta situación es necesario responderse si un orgasmo es importante a tal punto que se considere un problema personal, aunque no sea una enfermedad y se pueda vivir sin la respuesta.
Es frecuente que el orgasmo irrumpa cuando la mujer asume una posición diferente ante su erotismo y la presencia de su pareja en tan íntimo acto.