Los problemas de la pareja responden a diferentes causas. Las deciciones sobre la sexualidad y la felicidad se deben congeniar y profundizar
C.H. Mi trabajo es estresante y me roba muchas horas al día. Estoy empezando ahora y la adaptación me resulta difícil, a tal punto que me ha quitado los deseos sexuales por mi pareja. No sé si es el estrés o si es que he perdido las ganas de ser feliz. Antes de empezar lo laboral, yo no era así.
¿Qué ha sucedido desde que empezaste a trabajar para que resulte tan grave? De tu trabajo nada más dices que resulta estresante y te roba tiempo. ¿De qué otra actividad te roba tiempo?
No solo has perdido el deseo de intimidad con tu pareja, sino también «las ganas de ser feliz». No ha de ser el trabajo la única causa. A veces nos sentimos tan mal que no deseamos a la pareja, pero no siempre es así. Ello lleva a preguntarse si el problema radica en el cambio laboral o existen otras problemáticas de las cuales no te percatas ahora.
En los puestos de trabajo, la pareja, la vida… puede haber también placer, y es necesario limitar los excesos de sacrificio. No desear lo que se hace o se tiene, no quiere decir que no se desee algo diferente. ¿Qué desearías? ¿Qué te devolvería las ganas? ¿Habrá algún modo mejor para ti de asumir tu vida laboral y amorosa?
Es cierto que el inicio de la vida laboral puede ser difícil para muchos, por los cambios que exige. Se requiere un tiempo de adaptación en el que hallemos nuestro modo de insertarnos sin perder nuestro estilo y placer por la actividad. No se trata solo de responder a lo demandado, sino de encontrar un modo propio de hacer lo requerido. La vida cambia cuando empezamos a laborar, pero no necesariamente es una condena a la infelicidad.
Nos parece muy atinado que te hayas dado cuenta de que algo anda mal y pidas ayuda. Pero este es solo un primer paso. De continuar así, debes acudir a un psicólogo para analizar lo que sucede y tomar las decisiones pertinentes.