L. I.: Cuando comenzamos le pedí que dejara un poco la computadora para atenderme. Lo hizo por un tiempo, pero ya volvió a pasar mucho tiempo jugando o viendo series. Ahora trabajamos y vivimos juntos. Es peor, porque no quiere pasear, conversar conmigo y a veces ni dormir. Mi tiempo es el de la hora de acostarnos. Cuando le reclamo se muestra más molesto y no sé cómo hacer para que me haga caso.
¿Cómo hacer para estremecerlo, sorprenderlo, llamar su atención y que te haga caso? Es una pregunta para comenzar, porque la actuación de ahora solo acomoda más la situación de la que te quejas. Quizá además debas preguntarte por tus razones para mantener este estilo de relación, en qué medida te funciona para algo al tiempo que te molesta, cuándo comenzó a ser así, cuánto más estás dispuesta a tolerar, cuál es tu conexión con este hombre que ahora solo te «atiende» acostada.
Ya se ha considerado la dependencia a la computadora, los videojuegos y las series como una adicción más. Es así cuando ocupan la mayor parte del tiempo y limitan las relaciones humanas y sociales al mínimo, porque se prefiere el goce que proporcionan las actividades con la computadora. Con esta parece ser fácil olvidar los problemas y controlarlo todo, pues en la vida (afuera) es inevitable enfrentar problemas, insatisfacciones, retos.
Sería ideal que él comenzara a ver algo excesivo su comportamiento y quisiera asistir a una consulta psicológica. Pero si solo para ti hay un problema, serás tú quien deba solicitar ayuda personal, como has hecho ahora.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica y psicoanalista.
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