A.B.: Tengo una relación de dos años y tres meses. Nos entendemos en todo, tanto en lo personal como en las relaciones sexuales. Solemos hablar de todo y hace poco me confesó que me quiere bastante pero no está enamorado de mí. No sé si es que no lo sabe o si confunde los sentimientos. Yo quiero formar una vida con él, pero tengo miedo de que en cualquier momento se enamore de otra y me deje. ¿Qué debo hacer: dejarlo, luchar por su amor o buscar alguien que se enamore de mí? Tengo 23 años y él 22.
La confesión de amor o desamor no siempre expresa el sentimiento en cuestión. Se puede estar muy involucrado y no saberlo o viceversa.
«Amar es dar lo que no se tiene a alguien que no es», decía Jacques Lacan, psicoanalista francés. Esta frase enigmática, puede tener entre sus posibles interpretaciones aquella que concibe el amar como el intento de dar lo más preciado y valioso que creemos tener a alguien que nos parece único en su capacidad de ser lo que buscamos en nuestras fantasías, aunque en verdad no lo sea.
Confesar amor involucra también un compromiso a partir de una creencia que eleva al ser amado a la condición de único y especial en la búsqueda de satisfacción, aunque no lo sea y otros puedan ocupar ese lugar de quien contribuye a la satisfacción más íntima de nosotros.
Podrías decidir amarlo en virtud de lo que sientes, advertida de que ello no garantizará la reciprocidad o la palabra de amor que sueñas. Porque amar también implica una toma de partido más allá del otro y sí más acá de lo que encontramos vital para nuestra dicha. Pero si luego de tal confidencia comienzan a cambiar también tus sentimientos, entonces tendrás la oportunidad de responder a tus cuestionamientos en función de tus vivencias.
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