P. F.: Hace ocho meses mantengo una relación estable con un muchacho. Es bueno, romántico, me hace sentir querida y físicamente es muy bonito, casi el prototipo de hombre que toda mujer desea. Sin embargo desde hace días me siento extraña con él. A veces no quiero que esté a mi lado porque me aburre. Tenemos frecuentes discusiones por cosas ilógicas. Me siento confundida porque no sé qué siento exactamente por él, y tampoco sé si me sigue gustando mi novio anterior. Por otra parte, siento que algo de él me atrae. No quisiera dejarlo. No sé por qué, pero me aterra pensar en la separación. Me siento muy confundida, por favor aconséjeme. Tengo 17 años.
Tienes claro que «algo» te atrae y no quieres separarte de la satisfacción de sentirte querida por este hombre que es casi un prototipo. ¿Qué sucedió hace unos días que te llevó a esta situación? Quizá debas comenzar el análisis en el punto a partir del cual aparecen esas sensaciones.
No logras hablar de amor al referirte a él y destacas esas sensaciones que recientemente emergieron: la extrañeza tiene que ver con percibir como raro o ajeno algo que tiene que ver con nosotros, pero difícil de reconocer como propio. El aburrimiento apunta a desear algo diferente y eso te lleva a cuestionarte si deseas al novio anterior, aunque posiblemente no es el novio, sino algo de la relación aquella lo que anhelas.
Probablemente no basta con sentirte querida. Es preciso aceptar lo que eres para él y disfrutar su manera de amar, pero dejando un espacio para desear. Tal vez sea un prototipo, pero no el que te hace vibrar. Sería conveniente hallar la lógica implícita en esas discusiones o emprender otros debates sobre asuntos relacionados con lo que estás sintiendo en los últimos tiempos. Siempre puedes acudir a una consulta psicológica si lo crees necesario.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica y psicoanalista