Y.G.: Tengo una relación de tres años con mi novio y me siento bien. Siempre nos comunicamos de maravilla, conversamos mucho y somos muy cariñosos el uno con el otro. Pero hace unos meses comencé a sentirme atraída por un compañero de trabajo, sin que haya pasado nada entre nosotros. Tengo miedo de lo que pueda suceder porque siento que amo a mi pareja y no quisiera traicionarlo; pero no puedo sacarme de la mente este sentimiento. Aconséjeme.
Este tipo de inclinaciones hacia terceros puede resultar termómetro de nuestra situación vital y la de la pareja. Muchas veces se comete la infidelidad y, luego, cuando es posible, se analizan las dificultades por las que atravesaba la relación. De hecho, no son pocos los que consideran que estas crisis revitalizan el vínculo.
Sin embargo, el proceso también puede desplegarse de manera inversa. Cabe decidir cómo actuar con nuestra relación, antes de cometer una infidelidad. Sería oportuno reflexionar sobre lo que puede estar sucediéndote en torno a tu novio.
Llevas tres años con tu pareja y solo en los últimos meses comenzaste a sentir inclinación por otro. ¿Acaso algo cambió contigo, con tu novio, con la relación en los últimos meses? ¿Qué pudiera tener este compañero de especial? ¿Qué lo hace tan atractivo? ¿Qué tiene que ver con lo más íntimo de tu ser este encantamiento?
Cada elección tendrá consecuencias que debes saber si podrás afrontar. Es recomendable escuchar nuestro sentir antes de actuar. Asimismo, ha de explorarse en qué condiciones estamos para afrontar posibles consecuencias, sin olvidar ser fiel a uno mismo.
En última instancia, este tipo de crisis tiene el valor innegable de acercarnos a nuestro mundo subjetivo, siempre que sepamos prestarles la atención que merecen.
Mariela Rodríguez Méndez, psicoanalista y máster en Psicología Clínica
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