P.H.: ¿Cómo manejar las consecuencias que se derivan de que un hombre perdone la infidelidad de su esposa? Supe que la mía me fue infiel. Hemos conversado y decidimos luchar por el matrimonio, por nuestro bien y el de nuestro hijo de dos años. Me ha herido en extremo y estoy luchando contra eso. No tengo a quién preguntarle y mantengo todo en secreto. Amo a mi esposa y queremos replantear el matrimonio, darle una nueva dirección y tener éxito. Ella está arrepentida de todo y aprecia mucho mi actitud de darle otra oportunidad.
Has decidido perdonar a tu esposa y convertir esta crisis en una oportunidad para desarrollar el matrimonio. Allí donde otros renunciarían, has elegido amar. No existen fórmulas de enfrentamiento, como tampoco consecuencias estandarizadas, a pesar de que son muchos los hombres que perdonan el desliz femenino. En general, se prefiere manejar estas situaciones en el ámbito privado. Si no cuentas con un amigo de confianza, me parece atinado que evites poner en tela de juicio tu relación. Las consecuencias de esta decisión las irás percibiendo por el camino. Entonces elegirás el modo de actuar más coherente para ti una vez más. Hasta ahora has mostrado capacidad para enfrentar la situación.
Es comprensible que te sientas herido. Contra los sentimientos no hay que luchar. Ellos cumplen la función de alerta o confirmación de nuestra posición subjetiva ante los sucesos de la vida. En todo caso, es preciso analizar qué los causa, cómo nos conciernen y emprender cambios si fuera preciso y posible. El dolor no tiene solo relación con la actuación de ella, sino con el modo en que estás interpretando o asumiendo lo que hizo y haces. Esto último tiene que ver contigo.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica y psicoanalista