Y.A.: Casi al graduarme conocí en la escuela a una muchacha de quien me enamoré perdidamente. Yo no le era indiferente. Le confesé mis sentimientos y me dijo que no podía suceder nada entre los dos ya que vivíamos muy lejos. En aquel momento ella tenía novio y quedamos como amigos. Yo empecé a trabajar y durante tres años hemos mantenido el contacto por correo y teléfono. Ella siempre buscaba una excusa para escapar de mi pregunta, no sé si fue para no crearme ilusión o por otro motivo. Hace unos meses dejó a su novio, pero no se arriesga a tener una relación conmigo, pues duda que en la distancia pueda funcionar. En todo este tiempo no he dejado de pensar ni un segundo en ella y no logro concentrarme o darme una oportunidad con alguien más. Tengo 21 años.
Tendrás que ser más activo hasta confirmar si es la distancia o su desinterés la causa de su rechazo. Hasta ahora has mantenido la esperanza porque estás convencido de que el primero no tiene que ser un obstáculo para ti, pero ahora que no tiene novio no te elige argumentando lo mismo que antes. Me parece importante que busques una respuesta más precisa en sus gestos, sus palabras, sus acciones. Si finalmente descubres que no está suficientemente interesada solo te quedará elaborar la frustración. Si no quiere nada contigo podrás sufrir y guardar ese amor en un lindo rincón de tus recuerdos. Luego tendrás mayor disposición para volver a enamorarte.
También podrías demostrarle tu capacidad de amar en la distancia, tu modo de concebir una relación para ustedes. Es posible que tu amor se haga realidad, pero para avanzar en uno u otro sentido es preciso que cambies tu estrategia actual hacia otra más determinada.