Y.U.: Cuando tenía 13 años comencé una carrera de conquistador enorme. A los 17 me enamoré de una chica y ni siquiera así dejé de tener hasta seis novias. Esta me traicionó y me dolió bastante. Me pregunto si influyó psicológicamente en mi conducta con las mujeres. Desde ese instante disminuí mi número de conquistas. Busco algo más que tener sexo. Quiero ser correspondido, conversar como si fuéramos uno. Pero todas me gustan; pienso en tener sexo y cuando lo logro me desencanto. Soy bien parecido (modestia aparte), se me ofrecen a menudo, pero me limito para aceptarlas. ¿Cree que he perdido mis facultades o tengo algún trastorno? Actualmente tengo varias relaciones y en ninguna encuentro la chica perfecta para mí. Tengo 21 años.
Estás tan identificado con don Juan que sus características te parecen facultades y por más que dices limitarte tienes varias relaciones. No parece que puedas tener una. Te relacionas con series; no estableces pareja. Tu discurso no se corresponde con tus fantasías y práctica. Dices buscar algo más que sexo, pero no puedes ver en todas y cada una de ellas más que sexo, y a eso se restringe tu actuar.
Don Juan también está atrapado. Requiere siempre anotarse una más que sumar a su serie, pero en ninguna encuentra satisfacción a su deseo. Se condena a seguir eternamente el mismo círculo vicioso. Parece victimario, pero en verdad es víctima de sí mismo.
Así es difícil encontrar una chica que por demás ha de ser «perfecta» para ti. No se trata de que estés trastornado, pero sería necesario acudir a un especialista para revertir en el futuro tu situación, si es ese tu deseo.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica, consejera en ITS y VIH/Sida y psicoanalista