Vivo con VIH debido a que tuve una vida irresponsable, nadie en mi familia lo sabe
Vivo con VIH, pero nadie en mi familia lo sabe. En el pasado tuve una vida irresponsable y después del diagnóstico, eso cambió. Hace dos años, tengo una pareja de 36 años con la que me va bien, pero no le he dicho nunca lo de mi enfermedad. Hasta ahora, no hacía falta porque ella no quería tener hijos y nos cuidábamos siempre; pero dice que este año quiere ser mamá. Si le cuento ahora, la pierdo porque odia las mentiras; y si la complazco sin contarle tal vez la contagie porque eso de tener un bebé no se logra en un día. Mi carga viral es muy baja, tengo miedo porque al ella salir embarazada, me tengo que hacer análisis yo también y va a descubrir la verdad. No tengo escapatoria y no quiero perderla, la amo y ella a mí. Tengo 32 años.
No tienes escapatoria, a pesar de lo mucho que hayas intentado escapar de comunicar tu condición de salud. Con el VIH se puede tener una vida creativa, amorosa, de trabajo y sueños. Pero esa condición de salud siempre te acompaña, como muchas otras enfermedades crónicas.
Sabes que existe algún riesgo de contagiar a tu pareja, aunque no quisieran tener hijos. Ella también podría haberse interesado por tu condición de salud. No eres el único responsable; pero ahora eres el que sabe de la presencia del VIH entre ustedes.
Si en verdad quieren tener un hijo juntos, pueden tener un tratamiento especial para lograr que el niño nazca sano. Eso requiere que ella lo sepa y decida compartir el proceso contigo.
Arriesgarte a perderla, mostrarte vulnerable, reconocer tu error ante la omisión de una condición de riesgo y, sobre todo, darle la oportunidad de elegir; es una elección ética y de amor.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica