Al romper con mi virginidad no sentí nada especial. Fue como si no hubiera ocurrido ningún cambio en mí
Al romper con mi virginidad no sentí nada especial. Fue como si no hubiera ocurrido ningún cambio en mí. Después de un tiempo conocí al verdadero amor y tuvimos relaciones en las que descubrí el significado de «hacer el amor». En ese coito afloró la pasión, el placer, el deseo y, sobre todo, el amor. Hoy por hoy llevo un año y cuatro meses con esa persona y sigo sintiendo el mismo deseo hacia ella.