La Política para la Transformación Digital, la Agenda Digital Cubana y la Estrategia para el Desarrollo y Uso de la Inteligencia Artificial en Cuba, recientemente aprobada, representa un esfuerzo significativo para integrar tecnologías en todos los aspectos de la sociedad
La Política para la Transformación Digital, la Agenda Digital Cubana y la Estrategia para el Desarrollo y Uso de la Inteligencia Artificial en Cuba, recientemente aprobada por el Consejo de Ministros, es un plan integral destinado a revolucionar todos los aspectos de la sociedad mediante el uso intensivo de tecnologías digitales.
Esta política se enfoca en elevar la calidad de vida de los ciudadanos, fortalecer la soberanía nacional y profundizar en la justicia social, además de aportar a la eficiencia y competitividad económica. A continuación, se detallan los aspectos clave de esta ambiciosa agenda.
La transformación digital es un proceso evolutivo que implica un cambio cultural y un nuevo paradigma en el uso de tecnologías digitales. Esta transformación coloca al ciudadano en el centro, no solo como un usuario pasivo, sino como un creador activo de cambios. El objetivo principal es lograr una prosperidad y sostenibilidad de la sociedad socialista, mejorando la calidad de vida, la comunicación social y la economía a través de la innovación y la oferta de nuevos productos y servicios.
La base normativa para esta política se encuentra en la Constitución de la República de Cuba, complementada por diversas leyes y decretos que regulan la informatización, la automatización y el desarrollo industrial. Entre estos, destacan:
El propósito de la nueva política es fomentar un entorno digital inclusivo, participativo y seguro. Se pretende que las tecnologías digitales contribuyan a impulsar el desarrollo económico, social y ambiental del país, favoreciendo la defensa de la soberanía nacional.
Para ello, el Ministerio de Comunicaciones (Mincom) se establece como el ente rector de la transformación digital, con la responsabilidad de formular políticas, coordinar acciones intersectoriales y medir el progreso. Un Programa de Gobierno de la Transformación Digital supervisará la implementación de esta política.
La transformación digital es un proceso evolutivo que implica un cambio cultural y un nuevo paradigma en el uso de tecnologías digitales. Foto: Cortesía ETI
La agenda digital cubana está organizada en ocho ejes estratégicos, cada uno con objetivos específicos y líneas de acción detalladas, alineados con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2030:
La implementación de la política de transformación digital requiere de una coordinación multisectorial y la participación activa de todos los actores de la sociedad. El Mincom deberá diseñar ajustes funcionales y estructurales para cumplir con sus atribuciones como ente rector. Además, se establecerá una Secretaría Permanente de Transformación Digital para supervisar y coordinar las políticas intersectoriales, gestionar financiamiento y aplicar instrumentos de medición.
La transformación digital en Cuba enfrenta varios retos, entre ellos la necesidad de aumentar la percepción de los riesgos de ciberseguridad y desarrollar inversiones y soluciones tecnológicas para minimizar vulnerabilidades.
Asimismo, es necesario fomentar productos y servicios de facturación nacional a partir del incremento de capacidades de producción subutilizadas; y asegurar la sostenibilidad y calidad de aplicaciones y servicios digitales. Para ello es necesario promover el uso de estándares internacionales y tecnologías de código abierto.
La Política para la Transformación Digital en Cuba representa un esfuerzo significativo para integrar tecnologías digitales en todos los aspectos de la sociedad cubana. Con un enfoque en la prosperidad y sostenibilidad, esta política busca no solo modernizar la economía y mejorar la eficiencia, sino también fortalecer la soberanía nacional y promover la justicia social. La implementación efectiva de esta política dependerá de la coordinación entre diversas entidades gubernamentales y la participación activa de la sociedad en su conjunto.
El propósito de la nueva política es fomentar un entorno digital inclusivo, participativo y seguro. Foto: Abel Rojas Barallobre