La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba detalla la situación que tiene hoy la red nacional en sus diferentes capas: voz, datos, telefonía fija e internet en los hogares. En medio de un escenario complejo, se buscan constantemente soluciones
La situación es compleja, pero la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (Etecsa) no se da por vencida y cada día trabaja para mantener y recuperar los niveles de vitalidad necesarios en materia de comunicaciones.
En un intercambio este miércoles con Lidia Esther Hidalgo Rodríguez, vicepresidenta Comercial de Etecsa, conocimos sobre los esfuerzos que a diario realizan sus trabajadores para, con lo que cuentan, garantizar un nivel en todas las capas de la red de comunicaciones del país que permita brindar servicios tanto a entidades como a las personas naturales.
Hidalgo Rodríguez explicó que la situación financiera actual para la empresa es desfavorable en lo que respecta a la captación de divisas frescas, necesarias para continuar con inversiones que posibiliten aumentar la conectividad o la calidad de los servicios.
A ello se unen crecientes fenómenos de fraudes, con sitios web que clonan la identidad de Etecsa y crean opciones de recargas desde el exterior, bien atractivas, a partir del empleo de los paquetes nacionales. El usuario final, explicó Hidalgo Rodríguez, recibe un mensaje con su recarga, pero no es de la fuente oficial, que es Etecsa, sino de un número privado, y todo el dinero involucrado en esa operación no llega a la empresa. Las desviaciones por ese concepto, aseguró, alcanzan millones de dólares.
Si a ello se suma que casi el 90 por ciento de las tecnologías que emplea Etecsa son de importación con costos bien altos —como, por ejemplo, una radiobase, cuya inversión ronda los 100 000 dólares solo con la instalación básica—, y además los efectos del bloqueo estadounidense contra Cuba incrementan todavía más esos precios, el financiamiento requerido para garantizar las operaciones complejiza la sostenibilidad del sistema de telecomunicaciones del país.
Asociado a eso está el costo nacional, pues el paquete básico de datos es de 110 pesos para un giga, como promedio, pero ese acceso a internet se paga en divisas al proveedor internacional y, por tanto, es un costo subsidiado para el usuario.
Cuba cuenta en la actualidad con dos soluciones de cable de fibra óptica y otras satelitales, todas costosas, especialmente las segundas, pero se mantienen operativas porque, además de garantizar servicios como la televisión, llevan voz y datos a comunidades distantes, especialmente en las serranías.
En cuanto a la telefonía celular y los datos, actualmente el país atraviesa por una situación de saturación creciente en la red 3G que se emplea, fundamentalmente, para la voz, por tener una amplia cobertura poblacional. Además, dijo Hidalgo Rodríguez, una parte de los datos se hace sobre esta red, y la situación financiera no nos permite ampliar las inversiones. Lo mismo pasa con las radiobases 4G, empleadas para datos.
En la telefonía fija, las inversiones que empezaron con el proceso de digitalización a finales de los años 90 avanzaron mucho, pero la planta exterior —los cables y gabinetes en la calle—, tiene un nivel importante de obsolescencia. Así, Etecsa contabiliza un promedio de 16 000 interrupciones diarias en este servicio, la gran mayoría en la capital, algunas de ellas con más de siete días en su solución. Esta es una tecnología que lleva muchos componentes y todos son importados. Hay muchas reparaciones que las hacemos con innovación de nuestro personal, que sigue buscando soluciones, puntualizó la Vicepresidenta Comercial.
Por otro lado, se registran mayores niveles de daños en la red pública por ciudadanos inescrupulosos, además de otros que, sin querer, acometen acciones como la quema de basura debajo de cables de telecomunicaciones, lo que conlleva a que muchas veces se partan, y cambiarlos es complejo por las bajas existencias.
Otro elemento es el cobre empleado en los cables, que es cada vez más caro, y se necesitan inversiones en fibra óptica para transitar a otro nivel en los 1,5 millones de líneas fijas que tiene el país.
A todo esto, le sumamos que la situación electroenergética nacional ha impactado en sitios que se han quedado sin respaldo eléctrico. En estos momentos se reportan aproximadamente 450 radiobases interrumpidas diariamente por esta causa, y un número considerable de servicios de telefonía fija. También ya se manejan afectaciones de grupos electrógenos que se mantienen encendidos por largos períodos de tiempo, comentó Hidalgo Rodríguez.
La directiva recalcó que estas complejidades son enfrentadas a diario por grupos de personas que trabajan durante 24 horas para garantizar que el servicio se mantenga.
Aunque es muy costoso, Cuba garantiza el acceso a las telecomunicaciones en las zonas más intrincadas del país. Fotos: Cortesía de Etecsa
Este año la empresa está enfocada en mejorar y optimizar la red de telecomunicaciones a partir de los recursos con los que se cuenta.
Por ello, en la actualidad se enfrentan algunas problemáticas, como la falta de insumos para reponer roturas en módems de Nauta Hogar —de ahí la importancia de cuidar bien lo que se tiene— o equipos de la telefonía fija alternativa (los llamados TFA). Asimismo, hay un déficit para lograr el recambio de las tarjetas SIM. Una duda recurrente en la población, dijo Hidalgo Rodríguez, es por qué hay líneas nuevas y no para cambiar una SIM de un número ya en uso. En ese sentido explicó que las tarjetas SIM se compran por lotes, y no es lo mismo uno para líneas nuevas, que otro para tarjetas de recambio. Cada SIM viene programada para una función, aseguró.
La Vicepresidenta Comercial de Etecsa recomendó a los usuarios garantizar un buen cuidado para la tarjeta SIM. Entre los consejos que se brindan está evitar rayaduras, exposición al calor, impedir que se doble o se exponga al agua, o realizar cortes indebidos para adaptarla a un celular en específico.
A pesar de los escollos a superar, Etecsa ha continuado ampliando la red nacional de telecomunicaciones, y el país ya totaliza 5 684 radiobases, 1 300 de ellas con tecnología 4G, estas últimas en sitios de alta densidad de personas que permiten cubrir al 50 por ciento de la población.
A ello se unen 280 000 hogares con Nauta Hogar, y 7,8 millones de líneas móviles, 158 000 de ellas incorporadas en el primer cuatrimestre de este año, y 7,1 millones están aprovisionadas para hacer internet. De 2020 a la fecha eso significa un crecimiento de 1,7 millones de líneas.
La voz móvil, entretanto, duplicó el tráfico de minutos en los últimos cuatro años, y cerró 2023 con 16 millones totalizados. El uso del SMS, contrario a lo que pueda parecer en estos tiempos de internet, también ha crecido con aplicaciones como Transfermóvil, que realiza millones de operaciones diarias, debe llegar en junio a cinco millones de usuarios y brinda 67 servicios diferentes en la palma de la mano.
La transformación digital de todos los procesos del país hace que las instituciones demanden más conectividad, y hoy ya están conectados 54 000 servicios de este tipo, tanto en establecimientos estatales como no estatales, con una conexión promedio de 6 Mbps. Este fenómeno requiere también un crecimiento en los centros de datos y mayores inversiones, pues hoy se alojan allí más de mil soluciones informáticas nacionales.
En 2023 y 2024, detalló Higaldo Rodríguez, hemos asegurado además un nivel creciente de eventos en los que logramos brindar la calidad requerida.