Si algo une hoy a las lenguas del mundo en internet son los emoticonos y los stickers, extensiones del discurso que todos comprenden por su visualidad gráfica
Desde 2013 hasta el pasado año el emoticono de la cara con lágrimas había sido usado 2 291 000 000 de veces en Twitter. Así lo indica el reporte Digital en 2019, elaborado por Hootsuite y We Are Social, que cada año aborda los principales usos de internet con una visión global.
El dato es representativo de cuán populares son los emoticonos en esta era, acaso un lenguaje paralelo que emplean muchísimo, sobre todo, los más jóvenes.
Surgido como una forma de representar emociones —de ahí el origen etimológico del vocablo emoticono—, inicialmente no tenían un aspecto gráfico, sino que se representaban mediante la unión de caracteres como :P, que no es más que una cara con la lengua afuera, o :), que es la clásica carita sonriente (si los miramos inclinando la cabeza).
Los avances en computación permitieron que la codificación de esos caracteres se transformase en pictogramas, y muchos de estos son hoy mundialmente famosos. Fue la compañía japonesa Soft Bank la primera que presentó emojis gráficos, según recuerda Tech Insider, los cuales incorporaría luego Apple en iOS 2.
Es cada vez más común que los usuarios empleen los emoticonos para todo, y desde hace un tiempo se han vuelto populares los stickers, que representan de una forma ampliada el significado de un emoji —término este, por cierto, que viene del japonés—, pues generalmente son más grandes, y ya los hay con animaciones.
Pero, ¿cómo se crea un emoji? Los emoticonos son regulados por el Unicode Consortium, una organización sin fines de lucro fundada en 1991 para remplazar los estándares de codificación de caracteres a fin de hacerlos más entendibles por los diferentes sistemas computacionales, el cual ha ganado aceptación con el paso de los años, siendo empleado su estándar, Unicode, por las principales empresas del mundo, como Adobe Systems, Apple, Microsoft, Google e IBM, entre otras.
Esta entidad es la que decide la incorporación, o no, de un nuevo emoticono a los ya existentes. Explica Tech Insider que el proceso puede tomar un par de años desde la presentación del nuevo emoji hasta su inclusión en los sistemas informáticos de las compañías que elaboran software.
Para que un emoticono sea adoptado como estándar, el Unicode Consortium refiere en su web que debe cumplir algunos requisitos básicos: que sea totalmente visible y entendible a bajas resoluciones, pues será empleado en la mensajería de texto principalmente; que agregue valor a lo que se quiere decir de forma clara, sin que ello esté implicado ya en un emoji existente, y que exista evidencia sustancial de que un gran número de personas usen el nuevo pictograma. Cumplidas estas condiciones el comité técnico del Unicode Consortium evalúa el nuevo emoji y decide su adopción al estándar global.
¿Quién puede crear un emoticono? Técnicamente cualquiera, solo debe superar las rigurosas condiciones del Unicode Consortium para que su pictograma sea aceptado y usado.
Por cierto, el Día Mundial del Emoji es el 17 de julio, por ser esa la fecha representada en el pictograma del calendario.
Los emojis son cada vez más populares. Según el citado informe Digital en 2019, casi 3 500 millones de personas en todo el mundo son activas en redes sociales, y muchas los usan.
Facebook, por ejemplo, reportó en 2018 el empleo de 60 millones de emoticonos diarios en su plataforma. Ello equivale a 21 900 millones de pictogramas en el año, solo en esa red social. El corazón rojo, la cara con ojos de corazones y el corazón del juego de cartas son, por otro lado, los más empleados en Twitter. Por el contrario, y según los datos obtenidos de Digital en 2019, el emoticono de la cara sonrojada, el gesto de levantar las manos, el corazón azul, la cara sonriente con gafas y las notas musicales son los menos empleados, pero ello es dentro de la lista de los 30 más usados.
Y es que cuando se habla de emojis no se puede obviar que existen por miles. La Emojipedia —sí, hay una enciclopedia para los pictogramas en www.emojipedia.org— contabilizaba hasta marzo de 2019 un total de 3 019 de estos símbolos gráficos.
El Unicode Consortium los divide en varias categorías: personas, naturaleza, comida y bebida, actividad, viajes y destinos, objetos, símbolos y banderas.
Por regla general Apple siempre ha sido una compañía adelantada en el uso de emojis, y muchas adiciones se deben a su trabajo.
A fines del pasado año, por ejemplo, incluyeron cambios en el emoji de dos personas dándose la mano, que representa a parejas o relaciones, para que tenga unas 75 combinaciones con distintos tonos de piel y sexo.
Asimismo, Apple propuso al Unicode Consortium la inclusión de un emoticono de un perro guía, una silla de ruedas, una prótesis de brazo y otra de pierna para estar más en línea con las personas con discapacidad.
También se incluyeron en el catálogo otras novedades, como una cara que bosteza, un traje de baño, alimentos como la mantequilla y el ajo, y animales como el perezoso, el flamenco, el orangután y la mofeta.
Un estudio de la compañía On Device, realizado en 2016, arrojó que el 40 por ciento de los usuarios de teléfonos móviles inteligentes conocían y empleaban con asiduidad las pegatinas o stickers en sus aplicaciones de mensajería.
Ese número debe haber crecido a estas alturas. Las pegatinas digitales surgieron y tomaron fuerza en Asia gracias a una aplicación de mensajería llamada Line, que se popularizó en 2011.
En 2013 Facebook comenzó a incorporar stickers a Messenger, y luego otras compañías, como Telegram, hicieron lo mismo. Desde entonces esta última aplicación ha ido más allá y el pasado año introdujo los stickers animados.
A diferencia de los emojis, que son incorporados a los sistemas informáticos por el Unicode Consortium, los stickers pueden ser creados y subidos a las plataformas de mensajería por cualquier usuario. Telegram, por ejemplo, es especialmente pródigo en stickers, y ahora va en ascenso de popularidad el uso de los animados.
Sin dudas, si algo une a las lenguas del mundo hoy en internet son los emojis y los stickers, un añadido a las formas de expresión, hecho posible por el desarrollo tecnológico y que, junto a los GIFs —esa suerte de pequeños videos en bucle—, reconfiguran las maneras de mostrar emociones en el siglo XXI.
Los animados cubanos ya han sido convertido en stickers en plataformas como Telegram por usuarios que gustan de ellos. Stickers creados por @crazyunicorn