Un grupo de investigadores de la Universidad Agrícola de China crearon vacas genéticamente modificadas capaces de producir leche con propiedades similares a la humana.
Los científicos introdujeron genes humanos en el ADN de varias vacas y desarrollaron embriones que posteriormente implantaron en otras vacas.
De esta forma desarrollaron especies transgénicas que producen leche que contiene lysozyme, una proteína que ayuda a proteger a los bebés de infecciones durante los primeros meses de nacidos.
Los investigadores consideran que esta leche constituye una alternativa viable a la materna y que en diez años podría estar lista para el consumo humano.
El deinococcus, un microorganismo capaz de resistir la radiación que se emite durante los desastres nucleares, fue el descubrimiento más importante del Instituto Antártico Chileno (INACH), en su más reciente expedición científica al «continente blanco».
La investigadora Jenny Blamey, de la Universidad de Georgia, precisó la trascendencia del hallazgo al explicar que el microorganismo es capaz de resistir cinco mil veces más radiación que cualquier otro, sin sufrir mutaciones.
Bacilos que habitan en ambientes extremos, microorganismos que viven sin luz, bacterias que podrían mejorar la producción de antibióticos y fósiles que iluminan el «pasado verde» de la Antártida, fueron algunos de los nuevos descubrimientos del conjunto multinacional de especialistas que participaron en la expedición.
Un equipo de la Universidad de Dalhousie en Halifax, Canadá, descubrió que un alga verde vive dentro de pequeños embriones de salamandra.
Este es el primer caso documentado de una planta que vive en asociación, o simbiosis, con un vertebrado.
Y para colmar aún más todas las tesis científicas acerca de la herencia genética, los investigadores sostienen que las salamandras podrían heredar el alga de sus padres.
«Se encontró ADN de las algas en los órganos reproductivos de las salamandras adultas, por lo que parece posible que el alga se herede», aseveró Ryan Kerney, Doctor de la Universidad de Dalhousie y jefe de la investigación.
Ya se sabía que las algas verdes vivían dentro de los huevos de esta especie —la salamandra común (ambystoma maculatum)—, muy corriente en América del Norte. Pero no se tenía idea de que también vivieran en su interior.
Al observarse las salamandras bajo un microscopio fluorescente, los científicos pudieron ver «brillar» los pigmentos de las algas, al ser iluminados con la luz de cierta longitud de onda.
Fuente: BBC
Frase célebre: Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica, yo sugerí la mejor de todas: la paz. Albert Einstein