Una aeronave con alas móviles para aletear, propulsada por una persona, ha hecho historia al convertirse en la primera de su tipo que logra volar de modo continuo.
Con la propulsión y el pilotaje de Todd Reichert, del Instituto de Estudios Aeroespaciales de la Universidad de Toronto, Canadá; el dispositivo de alas móviles mantuvo una velocidad y una altura de vuelo razonablemente estables durante 19,3 segundos. En este tiempo recorrió una distancia de 145 metros, con una velocidad promedio de 25,6 kilómetros por hora.
El Snowbird tiene una envergadura de 32 metros, pero pesa solamente 43 kilogramos, gracias a que Reichert y sus colaboradores lo diseñaron y construyeron con estructuras tan ligeras como fue posible.
Los ingenieros han tratado de lograr esa proeza aérea durante siglos, desde que Leonardo da Vinci esbozó el primer prototipo de ornitóptero propulsado por una persona, en 1485.