Nuestro país se compromete cada año a disminuir las afectaciones ambientales al planeta como muestra de la voluntad política y social por conservar el hábitat natural de vida
Cuba incrementa en los últimos años el uso de fuentes de energías renovables que no contaminan el medio ambiente, según trascendió en el taller del grupo de trabajo de la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU) sobre cambio climático, que aconteció recientemente en la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba.
Los datos actuales muestran cómo el país aprovecha al máximo el potencial natural para no dañar el planeta, dijo Alois Arencibia Arusa, quien es miembro de la junta directiva nacional de CubaSolar.
Nosotros, agregó, apostamos desde el comienzo por demostrar que la vía solar es viable para la nación y tributamos proyectos al desarrollo energético, sobre todo en las zonas montañosas, sin dañar ningún ecosistema.
Durante el encuentro, que sirve de antesala a la participación cubana en la 25ta. Conferencia de las Partes (COP25) a celebrarse en Madrid, también se conoció de los esfuerzos de nuestro archipiélago por contribuir a la reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero que está en el orden del 0,8 porciento en la actualidad.
Aunque se logran avances en la reducción del impacto del cambio climático, aún queda mucho por hacer y se habló enfáticamente sobre el obstáculo que representa el bloqueo norteamericano para aportar a la reducción de los daños.
Tomás Gutiérrez Pérez, quien fuera muchos años el director del Instituto Nacional de Meteorología, dijo que, a pesar de todas las trabas externas, en el contexto nacional actual se trabaja con esperanza en torno a la Tarea Vida.
Desde la aprobación en el 6to. Congreso del Partido de los Lineamientos de la Política Económica y Social, expresó Gutiérrez Pérez, se comenzó a trabajar en la puesta en marcha de diferentes iniciativas que son del interés del Gobierno para mitigar los daños ambientales, y una de esas apuestas, es este plan de Estado.
Al respecto, Yoermes González, director del Centro de Investigaciones Hidráulicas (CIH) de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, señaló recientemente que en 2020 comenzarán las obras para optimizar la función protectora del malecón habanero.
En esa etapa se emprenderá la primera fase de ese proyecto que contempla la modificación de la geometría del muro, mediante la construcción de otro de simple curvatura adosado al existente.
Así se elevará el frente hasta donde arquitectónicamente sea posible, sin que pierda su visibilidad y atractivo natural, lo cual permitirá disipar la energía de la ola y la reducción del volumen de agua que lo sobrepase.
Se emplean los métodos de diseño ingenieros más avanzados en el análisis de los fenómenos relacionados con el oleaje, a la vez que es de gran utilidad la aplicación de las conclusiones del proyecto de estudio del grupo de Investigación de Ingeniería Costera y Marítima del CIH, precisó el profesor.
En un segundo momento se procederá a la colocación de bermas y rompeolas (rocas o cubos de hormigón) en aquellas áreas donde se concentra la energía del oleaje en la línea de costa, a fin de paralizar su embestida.
Debido al crecimiento exponencial que representa la progresiva improductividad de los ecosistemas terrestres o la elevación de 27 cm del nivel del mar para 2050, el país se ha propuesto recuperar las áreas de manglares, a través del proyecto Manglar Vivo, el cual es parte también de la Tarea Vida, concluyó el Doctor en Ciencias.
Mucho de lo que se logra hoy es gracias a la investigación, al empeño por alcanzar un producto comunicativo comprensible, capaz de llegar a todo el pueblo con un mensaje que busca hacer conciencia, dijo la Dra. Elizabeth Cabalé, profesora titular de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Distintas organizaciones no gubernamentales de la sociedad civil cubana, lideradas por ACNU, participaron en el taller, donde destacó la unidad de criterios en torno a la protección medioambiental y se llegó a una declaración final que será presentada en la venidera COP25. (Raciel Guanche Ledesma, estudiante de Periodismo).
Un equipo internacional de científicos en Panamá inició una investigación, cuyos resultados están publicados en la revista Current Biology, para determinar la razón por la que las parejas de mariposas Heliconius no relacionadas desde Perú hasta Costa Rica desarrollan casi los mismos patrones de color de ala una y otra vez.
Según Carolina Concha, autora principal de la publicación y becaria posdoctoral en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), los brillantes colores del ala de estos insectos indican a los depredadores que son tóxicas. Los llamativos patrones de las alas de los machos indican a las hembras que están eligiendo la especie correcta para aparearse. Tanto la depredación como el apareamiento conducen a patrones de alas similares en grupos de mariposas aisladas en Los Andes.
Los científicos determinaron que un par de mariposas con los mismos patrones de alas no usaban las mismas rutas genéticas para colorear y modelar sus alas.
«Esto realmente nos sorprendió porque revela la importancia de la historia y el azar en la configuración de las rutas genéticas que conducen a la imitación del patrón de alas de mariposa». El gen WntA es eliminado, y por ello el resultado es diferente para cada una.
a doctora Sandra Pérez Miranda, investigadora del grupo de Ecología Microbiana del Consorcio de Investigación, Innovación y Desarrollo en Zonas Áridas (Ciidza) afirma que el suelo es un hábitat idóneo para que diversos microrganismos formen un medio de cultivo óptimo para el desarrollo y adaptación a diversos ambientes, lo cual permite crear biofábricas o biofarmacias microbianas para la generación de antibióticos, a partir de la proliferación de las bacterias pertenecientes al género Streptomyces.
Indica que el primer paso para llevar a cabo la ecología microbiana sostenible consiste en explorar la biodiversidad microbiana, ya que se calcula que únicamente se ha podido aislar y cultivar el uno por ciento de las especies microbianas que colonizan el planeta. El aislamiento de nuevas bacterias con herramientas tecnológicas de vanguardia, tales como la metagenómica (secuenciación genómica masiva de una comunidad bacteriana) y el análisis químico de metabolitos de interés industrial por espectrometría de masas, permiten el descubrimiento de nuevos antibióticos.
Fuente: Noticiasdelaciencia.com
Frase: «¿La ciencia ha prometido la felicidad? No lo creo. Ha prometido la verdad y la cuestión es saber si con la verdad se conseguirá algún día la felicidad». Emilé Zola