Este es el Año internacional de la tabla de los elementos químicos, pero muchos se preguntan qué secretos esconde ese instrumento, creado en un mes de marzo
CUENTA la leyenda que la idea le vino hace 150 años durante un sueño. Pero él mismo replicó una vez: «Llevo pensando en esto desde hace dos décadas, aunque crean que estaba sentado y de repente… ya está».
Dimitri siempre estuvo intrigado por la falta de orden, de armonía. Sentía que algún tipo de hilo invisible debía tejer la red secreta del universo. Y que de un momento a otro nos sorprenderíamos descubriendo que nada era tan caótico, no importa cuán desordenado fuera a su alrededor.
Ser el menor de 14 hermanos, que su padre quedara ciego y perdiera el trabajo, y su madre, en pleno siglo XIX ruso, tuviera que asumir el liderazgo económico de la familia, administrando la fábrica de cristal del abuelo, era su caos. Por qué no descubrir que el cristal de la fábrica parecía organizado en su misteriosa estructura. Era mejor mirarlo muy de cerca, y olvidarse de desórdenes inexplicables.
Pero cuando su padre murió y la fábrica se quemó, Dimitriv ya estaba convencido de su propia pequeña fe en el orden secreto del mundo. Y su madre caminaría kilómetros para conseguir inscribirlo en una universidad.
El Instituto Pedagógico de San Petersburgo le abrió las puertas después de que dos universidades lo rechazaran por su origen siberiano.
No importaba. Había un orden estructural y él lo sabía. Solo él. Por eso años después se convertiría en Mendeleiev, el padre de la tabla periódica de los elementos químicosy conocedor de los más diversos campos del saber en el renacimiento ruso. Burlaba para siempre el caos.
La tabla no solo era un bonito esquema que representaba los elementos químicos conocidos. Aportó utilidad a campos del conocimiento tan vitales como la física y la biología.
Pero el verdadero misterio que sigue enamorando a científicos de todo el mundo a los 150 años del suceso es el descubrimiento de la periodicidad química del mundo.
Por una parte, los elementos químicos son una especie de bloques del universo. Y lo más asombroso es que esos bloques que conforman todo se pueden agrupar por patrones similares en sus propiedades.
Mendeleiev organizó los elementos según el número atómico, la configuración de electrones y las propiedades químicas de los elementos. Pero tuvo la visión para predecir que su tabla dejara espacio a muchos otros por descubrir. Llegarían más que los 63 descubiertos en su época.
Eric Scerri, profesor de la Universidad de California, en Los Ángeles, lo explicó a BBC Mundo: «Si ordenas todos los elementos en orden creciente por su número atómico, en una secuencia unidimensional, cuando progresas a lo largo de esa línea, ves que cada tanto hay una repetición aproximada de las propiedades».
Cada columna en la tabla tiene por ello elementos con propiedades similares. «Los elementos de una misma columna tienen el mismo tipo de distribución de electrones en la capa más externa», explicó el académico.
«Y estas cualidades determinan la reactividad del elemento. En esencia, es la cualidad más importante de los átomos: su reactividad para conformar lo que somos todos, moléculas».
De esa manera la tabla se convierte en un instrumento sencillo y útil que recoge los elementos conocidos y sus rasgos, pero, al mismo tiempo, apunta a una verdad que ha sido comparada con las teorías de la relatividad y la de Darwin: la verdad de la periodicidad química del universo.
La tabla periódica más grande del mundo, en la Universidad de Murcia. Foto: Tomada de Cuaderno de cultura científica
Con la declaración de 2019 como el Año internacional de la tabla periódica, la ONU, motivada por la gestión de la Unesco y de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada —Iupac—, ha intentado visibilizar la importancia de este valioso instrumento en la comprensión del mundo. Además, se considera un reconocimiento a los aportes de la química en el campo científico.
Se organizan escuelas de verano, ponencias, la emisión de sellos postales, y otras numerosas actividades en muchos países —hasta billetes de lotería en España con la imagen de la tabla— para homenajear el nombramiento científico de este año.
Solo nos queda sumarnos a las conmemoraciones y honrar a esa ciencia que siempre está dispuesta a ayudar a otras, la química. Y demos un ¡hurra! para los descubridores conjuntos de los elementos de la vida.
La tabla periódica original, y su autor, el sabio Dimitri Ivánovich Mendeleiev. Foto: Tomada de National Geographic