La misión Curiosity en el planeta Marte muestra misteriosa formación geológica en su tercer aniversario
Este jueves se celebró un cumpleaños singular. El agasajo fue nada menos que para el rover Curiosity, que cumplió tres años de operación en la superficie marciana.
La víspera de la fecha, el artefacto volvió a conmocionar a los amantes de lo oculto, gracias a una fotografía enviada a la Tierra. Si bien al principio no parecía más que una instantánea del Planeta Rojo, algunos usuarios de Facebook afirmaron que en ella se podía ver una extraña criatura, similar a un gigantesco cangrejo o a una araña extraterrestre. La polémica estaba servida.
Según recuerda el diario ABC, las conjeturas fueron estimuladas por los responsable de la página de Facebook Journey to the Surface of the Mars, una comunidad de usuarios que revisa las instantáneas enviadas por Curiosity e intenta encontrar algún elemento extraño en ellas. Su objetivo, según afirman, es «combatir» la versión oficial que la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) ofrece sobre el Planeta Rojo.
Los internautas publicaron en su muro de la popular red social una imagen de la página web de la NASA donde, según afirman, se puede apreciar al extraño ser vivo frente a una cueva marciana.
«Una araña», «un extraterrestre», «un impresionante cangrejo marciano»… fueron algunas de las afirmaciones de los escépticos aficionados, cuyo lema es: «No te dirán la verdad sobre Marte».
Al cierre de este trabajo, la fotografía había sido compartida más de 1 200 veces y contaba con más de 1 558 «me gusta», lo que la ha convertido en un fenómeno viral.
Sin embargo, no son pocos los que afirman que la parte de la instantánea que ha sido ampliada de forma artificial se corresponde con un montaje fotográfico.
Debido a la distancia desde la que se tomó la fotografía, ver esta supuesta criatura alienígena requiere de una ampliación extrema de la imagen, dejándola muy borrosa y pixelada.
Varios expertos han declarado que muchas veces los presuntos descubrimientos son provocados por la Pareidolia, un fenómeno psicológico que hace al ser humano ver caras, formas de animales u objetos reconocibles en patrones indeterminados.
La NASA, por lo pronto, no se ha pronunciado sobre el tema y se limitó a comunicar que el robot cumple tres años fotografiando Marte y que halló una roca sorprendente, compuesta de sílice. Lo llamativo del sílice —añadió la agencia— es que contiene oxígeno, lo que abre nuevas perspectivas en la investigación.
Esta sospecha se suma a la que hace algunos meses cautivó las redes sociales: la presunta aparición de un montículo en forma de pirámide sobre la superficie marciana.
Esa vez los «cazadores de extraterrestres» fueron los responsables del canal de YouTube Paranormal Crucible, quienes subieron a la Red una serie de imágenes tomadas por el Curiosity.
La extraña roca —dijeron entonces— podría ser la punta de una extensa pirámide marciana ubicada bajo tierra, que habría sido construida por una civilización antigua, aunque indeterminada. Cuenta con «un diseño perfecto y una forma perfecta» y debe «estar edificada por una civilización inteligente», aseveraron los responsables.
En apenas tres días, el video del canal Paranormal Crucible había logrado más de 175 000 visitas.
No obstante, la NASA señaló posteriormente que esta montaña de unos cinco metros de alto se había formado en el terreno de forma natural y que no se correspondía con una edificación extraterrestre.
El 6 de agosto de 2012, frente a la mirada expectante de los terrícolas, el rover Curiosity pasó con éxito los «siete minutos de terror», tiempo que tardaría su amartizaje.
«La nave, del tamaño de un auto, llegó a la atmósfera marciana —tras ocho meses de viaje— a 21 000 kilómetros por hora y desplegó su paracaídas para frenar hasta los 320 kilómetros por hora o menos. Disparó cohetes para seguir frenando y, durante los últimos segundos de aterrizaje, bajó en posición vertical a través de una correa de sujeción, como de una grúa, a 35 metros de la superficie», recordó el diario La Tercera.
Además de ser una de las misiones más exitosas de la NASA en Marte, fue también la primera en relatar su recorrido en primera persona a través de las redes sociales. Tanta ha sido su popularidad, que fue postulada a personaje del año por la revista Time.
Ashwin Vasavada, jefe científico de la misión, precisó que al amartizar se pusieron como meta la exploración del monte Sharp, una montaña de 5 000 metros de altura en el centro del cráter Gale. No obstante, el mismo lugar de amartizaje parecía tener muestras interesantes para estudiar, por lo que la misión cambió.
Fue así que confirmaron que la zona albergó un antiguo río y lago, donde había evidencia de que en el pasado hubo agua dulce y los ingredientes químicos usados por la vida como la conocemos, incluidas moléculas de carbono orgánico, subrayó.
«Esto nos llevó a concluir que este sitio habría sido capaz de soportar la vida, si es que alguna vez estuvo presente, hace unos 3 500 millones de años», puntualizó.
Paul Mahaffy, jefe del Laboratorio de Medioambientes Planetarios en el Centro Goddard, de la NASA, e investigador principal de SAM (el instrumento que analiza las muestras de Marte), comentó que para Curiosity ha sido cerca de un año y medio marciano, en el que ha trazado los cambios estacionales en la atmósfera y la forma en que el dióxido de carbono se queda en las regiones polares en invierno.
«De gran interés para nosotros son las condiciones climáticas que existían miles de millones de años atrás y que podrían haber sido más favorables que las de hoy para la vida microbiana superficial. Hace más de 3 000 millones años, el cráter Gale era un gran lago, evidencia revelada por la química y la geología», argumentó.
Javier Gómez-Elvira, director del Centro de Astrobiología de España (CAB), a cargo del instrumento REMS (la estación de monitoreo medioambiental), aseguró que haber estado un año marciano completo ya es un éxito fundamental.
«A lo largo de ese año se ha podido seguir la evolución de la presión de las estaciones, se ha detectado el paso de alguna tormenta de polvo que se ha desplazado cerca del cráter Gale. Igualmente, se ha comprobado la evolución de la temperatura del aire y del suelo, así como la humedad relativa», explicó.
A pesar de su éxito, la misión no ha estado exenta de problemas. El rover puede sortear obstáculos de hasta 75 centímetros de alto, pero las rocas afiladas han desgastado sus ruedas.
«La buena noticia es que estamos aprendiendo a ser más inteligentes sobre cómo conducimos para evitar daños tanto como sea posible», acotó Paul Mahaffy.
Después de llegar a la base del monte Sharp, en septiembre de 2014, el rover comenzó su ascenso. «El terreno se ha vuelto más duro y por supuesto no hay carreteras, ni siquiera malos caminos», señaló Vasavada.
Uno de los retos de los próximos años será utilizar las imágenes de los satélites en la órbita de Marte, para hallar rutas seguras, agregó.
La vida útil especificada de Curiosity era de un año, pero al parecer sigue los pasos de la misión Opportunity, que continúa enviando datos diez años después de su puesta en servicio.