Muchas de estas sugerencias podrás ponerlas en práctica incluso si no sabes tejer, pues siempre podrás reutilizar un viejo abrigo tejido en desuso u otra pieza de ropa cuya tela tenga una textura lo suficientemente gruesa como para sostener los objetos
La semana pasada, Así de Fácil te mostró la primera parte de la serie Bolsas ecológicas para cuidar el planeta, cuyo uso frecuente deviene una estupenda manera para que, con mucha creatividad y desde el pedacito que representa nuestra vida cotidiana, podamos contribuir a preservar la vida en el planeta con hábitos amigables con el medio ambiente.
Así que este miércoles te presentamos la segunda parte del tema con otro número de propuestas que te ayudarán a tener bolsas duraderas y a evitar las de un único uso. En estas piezas tejidas podrás guardar disímiles objetos, que van desde una botella de agua o una sombrilla, hasta los controles remotos de tus quipos electrónicos.
Tengo una amiga que tiene en el brazo del sofá todo lo que necesita cada noche cuando se dispone a disfrutar la TV: los espejuelos para ver de lejos y los de cerca; el cepillo para alisarse el cabello; una pequeña lima de uñas; el libro de turno; el control del televisor; y el teléfono. Y lo tiene dispuesto de tal manera que quien llega a su casa no se percata de que, del otro lado del mueble, una ocurrente fundita «ultra compartimentada» le hace la vida más fácil a sus casi setenta años cada noche.
Muchas de estas sugerencias podrás ponerlas en práctica incluso si no sabes tejer, pues siempre podrás reutilizar un viejo abrigo tejido en desuso u otra pieza de ropa cuya tela tenga una textura lo suficientemente gruesa como para sostener los objetos. Recuerda regresar cada semana a nuestra cita creativa de miércoles, donde juntos convertimos una simple idea en una gran solución, y si es ecológica, ¡mejor!