A cada una de estas opciones podrás hallarle disímiles usos: lo mismo como accesorios decorativos que como delicados obsequios a seres queridos
Nuevamente miércoles y así de fácil regresa con la ilusión de vestirte de un suigeneris botánico que hace germinar, «así de fácil», flores de papel.
A cada una de estas opciones creativas podrás hallarle disímiles usos: lo mismo para colocarlas en la pared, complementar un búcaro, usarlas como centro de mesa, como arreglo decorativo para una fiesta de cumpleaños o como un delicado obsequio para alguien especial.
Papel en colores, goma de pegar y mucha paciencia es todo lo que necesitas. Aunque el ideal para “cultivar” estas bellezas es el papel crepé, ya sabemos que el ingenio del cubano no tiene límites y siempre nos la arreglamos para encontrar la manera de sustituir ingredientes o materiales. Así que esta ocasión no será ni la primera ni la última vez que lo hagamos.
Por ejemplo, si enrollamos cualquier tipo de papel en un lápiz y luego lo comprimimos con cuidado, obtendremos como resultado una textura muy parecida a la del crepé. Se me ocurre que quizás ese papel que viene como relleno de los zapatos nuevos puede servirnos también; puedes pedirlos en una tienda y comprobarlo.
Y con respecto a la variedad de colores, tiñe con acuarela el papel que hayas encontrado y obtendrás diversos tonos para lograr un «jardín» colorido.
Solo te queda elegir la especie de flor que más te agrade y comenzar a sentirte botánico. T espero el próximo miércoles con la segunda parte de este tema y con tus comentarios acerca de la experiencia. ¡No me faltes!