Posiblemente México no haya vivido desde la época de Lázaro Cárdenas, momentos tan gloriosos como estos. La 4ta. Transformación que Andrés Manuel López Obrador deja hoy en manos de Claudia Sheinbaum ha sido refundadora, y comparable con la gestión de aquel presidente que en 1938 marcó pauta en América Latina cuando nacionalizó el primer y más importante recurso del país, el petróleo, junto a otros pasos que ratificaron la soberanía nacional.
Juntos hacemos historia es, exactamente, la máxima del Movimiento de Regeneración Nacional, brazo político de este modo de gobernar que ha tenido como punto focal el bien de las personas. Y sí, está sentando pauta.
El Humanismo Mexicano, acuñado públicamente por AMLO en 2022 como el modelo de desarrollo de la 4ta. Transformación, preconiza precisamente el avance con justicia social, y el presidente que hoy sale del cargo la ha resumido en solo dos frase: «Por el bien de todos; primero los pobres».
Para conseguirlo, obviamente, Obrador ha debido modelar, con paciencia y sin pasos estridentes, los esquemas estatuidos por los entes económicos y políticos entronizados por décadas en el poder; eso sí, siempre apegado a la democracia, pues ese ha sido otro de los puntales de su mandato.
Elevación de las pensiones y, en otros casos, instauración de ese respaldo financiero para la tercera edad; ayuda financiera para los estudiantes, fuentes de empleo para los jóvenes del campo mediante planes de reforestación y elevación del salario mínimo, son algunas de las medidas de carácter social que han redundado en una disminución de la pobreza graficada en la salida de cinco millones de mexicanos de esa categoría durante el sexenio que termina, sin olvidar que la gestión de Morena también ha estado impulsada por el crecimiento económico y la recuperación y estabilización del peso, la moneda nacional.
No obstante, su intención de avanzar con pasos más largos como lo habría significado implementar la reforma eléctrica en abril de 2022, fue vedada por la oposición en el legislativo. Con ello se habría recuperado de un tirón la generación de la energía y abaratado el precio del servicio a los consumidores, que el Gobierno anterior dejó en manos de los inversores privados.
Ahora, la conquista por Morena de una mayoría aplastante en el Congreso en la más reciente contienda electoral le ha permitido, ya al fin de su sexenio, hacer avanzar medidas radicales y justísimas como las reformas que dejarán en blanco y negro, en la Carta Magna, el respeto a los derechos de los pueblos autóctonos —los sabios pueblos indígenas—, o la que ha puesto en manos de Sheinbaum encaminar la primera elección popular de jueces y magistrados: así lo estatuye una de las más importantes legislaciones de carácter constitucional aprobadas, entre la veintena que AMLO deja en carpeta, incluyendo la referida a la electricidad, que complementará la ya vigente ley que declaró de carácter nacional los recursos naturales, con el ojo puesto en el litio.
Con la implementación de la reforma al poder judicial —manipulada en contra de AMLO, inútilmente, por representantes del empresariado, opositores y actuales funcionarios de ese ministerio, sin olvidar a algún embajador— tanto Obrador como Claudia estiman que el ejercicio de la justicia será más rápido y transparente,y en bien de las mayorías.
Ello debe influir también en hacer más efectivo el combate a las redes del narcotráfico y, por ende, a la violencia, que estarán seguramente entre los primeros puntos en el tintero cuando la nueva mandataria, al iniciar su primera jornada, abra la agenda.
Y llena también de justificada alegría y admiración la llegada de la primera mujer a la presidencia de un país donde las féminas han estado, históricamente, tan relegadas.
Responsable, pero también solícito y hasta gentil, Obrador ha invitado a su continuadora en los distintos recorridos con que ha puesto fin a su período, como quien explica los detalles, in situ, a la persona que se queda por él. Así, ambos han protagonizado un traspaso del poder inédito, tal cual ha sido el mandato que termina: con la gente.
Con ellos, con el pueblo, Claudia empieza esta tarde su Gobierno.
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