A 59 días del inicio de la masiva matanza de civiles en Gaza, varios líderes de entidades humanitarias llamaron a poner fin a la criminal agresión israelí, la que califican de «fracaso moral» de la comunidad internacional.
Sin embargo, desde el pasado viernes por la mañana, cuando Israel reanudó su agresión tras una tregua de siete días, cientos de palestinos han muerto.
«Acabo de visitar el hospital europeo de Gaza y las cosas que vi allí van más allá de cualquier cosa que alguien esté en condiciones de describir», afirmó la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, Mirjana Spoljaric.
«Tenemos que encontrar soluciones a esto. No podemos dar la espalda a lo que, evidentemente, es un fracaso moral al que se enfrenta la comunidad internacional».
Desde el 7 de octubre, la cifra de muertos palestinos acorralados en Gaza por los ataques israelíes se elevó a 15 899 —más de 6 500 eran niños— y otros 41 136 resultaron heridos; muchos de estos no han podido ser atendidos ante el colapso de los hospitales y porque 283 miembros del personal médico han sido también ultimados.
En medio de semejante crisis, Israel notificó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que retire los suministros médicos de sus dos almacenes en el sur de Gaza «en un plazo de 24 horas, ya que las operaciones terrestres los dejarán fuera de uso». Un ultimato al que Tedros Adhanom Ghebreyesus, máximo directivo de la OMS, respondió: «Hacemos un llamado a Israel para que retire la orden y tome todas las medidas posibles para proteger a los civiles y la infraestructura civil, incluidos hospitales e instalaciones humanitarias».
A su vez, el grupo de líderes mundiales The Elders (Los sabios), fundado por Nelson Mandela, exhortó a los Gobiernos que brindan asistencia militar a Israel para sus ataques en Gaza a que revisen esos envíos de armamentos utilizados para cometer atrocidades, por lo que «corren el riesgo de ser cómplices», afirmaron Los sabios, quienes acusaron a Israel de llevar a cabo una respuesta «desproporcionada».
El ex secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, integrante del grupo, dijo que las represalias de Israel «han alcanzado un nivel de inhumanidad hacia los palestinos en Gaza que es intolerable».
«Más asesinatos no es la respuesta. La negociación es la manera de poner fin a este conflicto», afirmó el grupo en un comunicado.
El enorme número de víctimas civiles ha llevado a una creciente opinión mundial contra las operaciones militares israelíes. Incluso en Estados Unidos, donde es notoria la influencia del lobby sionista, tanto en el Congreso como en la Administración se percibe el impacto del rechazo de millones de electores.
Sin dudas, eso explica posiciones como las expresadas por el secretario de Defensa, Lloyd Austin, quien, a pesar de su decidido apoyo a las operaciones de los militares israelíes, criticó sus excesos en un programa televisado el sábado último y advirtió que Israel podría sufrir una «derrota estratégica» si no hace más para proteger a los civiles.
«En este tipo de lucha, el centro de gravedad es la población civil. Y si la empujas a los brazos del enemigo, remplazas una victoria táctica por una derrota estratégica», dijo.
Según la ONU, 1.8 millones de los 2.3 millones de palestinos de Gaza han sido desplazados, incluidos 958 000 que se refugian en 99 instalaciones de la ONU en el sur. Pero tampoco allí hay seguridad para sus vidas y, como si fuera poco, voceros militares israelíes anunciaron sus planes; la guerra en Gaza se extenderá por lo menos durante un año.
Según fuentes citadas por el Financial Times, los objetivos de Israel incluyen «matar a los tres principales líderes de Hamás —Yahya Sinwar, Mohammed Deif y Marwan Issa— y al mismo tiempo asegurar una victoria militar decisiva contra los 24 batallones y la red de túneles subterráneos del grupo, y destruir su capacidad de gobierno en Gaza».
El proyecto, con toda seguridad, debió ser examinado con el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, quien asistió el jueves a una reunión del gabinete de guerra israelí. Sin embargo, en lo que pareció una opinión crítica para salvar la cara de la Casa Blanca, sin efecto en la provisión de ayuda bélica a su aliado, Blinken advirtió que Tel Aviv perderá más apoyo internacional a medida que continúe el conflicto.
Israel ha logrado hasta ahora reducir a escombros decenas de miles de viviendas, centros productivos, escuelas, hospitales, iglesias y mezquitas, así como asesinar y desplazar a miles de civiles inocentes, pero sus propias informaciones admiten que Hamás ha probado ser un adversario muy difícil de doblegar o vencer.