Los implicados utilizaban cajas de madera con doble fondo para ocultar las partes de las armas y municiones, mientras que las herramientas se colocaban en la parte superior. Todo esto se realizaba a través de una empresa de envíos desde Estados Unidos hasta Venezuela. Como evidencia, se mostraron partes y piezas de armas de guerra, vehículos, aeronaves, embarcaciones, 1,843 municiones y un revólver.