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Mientras el balance de víctimas civiles crece por día en Gaza, Estados Unidos considera infundada la acusación de genocidio que sigue su curso en la Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas.
El Ministerio de Salud de la Franja reportó este martes que el número de asesinados por el asedio israelí ascendió a 23 210 y el de heridos a 59 167.
En un reporte de la situación humanitaria, la Organización Mundial de Salud ha documentado hasta el momento 304 ataques a infraestructuras sanitarias en Gaza. Los ataques han causado daños en 94 instalaciones sanitarias, incluidos 26 de los 31 hospitales y en 79 ambulancias.
La entidad denunció que autoridades israelíes han negado la entrega de suministros médicos al hospital Al Awda, situado en el campo de refugiados de Yabalia, al norte de la Franja, así como a la farmacia central de Gaza, que abastece a otros cinco hospitales del norte de la Franja.
Sin embargo, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, concluyó una gira por Oriente Medio en la que reiteró el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a Israel.
No obstante, en un significativo giro adverso a la visión de Washington, la vice primera ministra belga, Petra De Sutter, afirmó que su país no puede permanecer en silencio ante la amenaza de Israel de «genocidio» en Gaza y anunció que presentará una propuesta a su Gobierno para seguir el ejemplo de Sudáfrica, mediante una demanda contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Luego de reunirse en Tel Aviv con el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, Blinken aseguró que la investigación por posible genocidio es «infundada».
Por otra parte, en un gesto que difícilmente encubre la complicidad total de Estados Unidos con la matanza indiscriminada de civiles en la Franja, Blinken dijo que pidió al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que evite «más daños a civiles».
Blinken aseguró que su Gobierno continúa haciendo «grandes esfuerzos» para liberar a los rehenes retenidos por Hamás en Gaza y lograr una paz «duradera» en la región, como si Washington no hubiera podido emprender esa misión mucho antes de la rebelión provocada por el régimen de apartheid que practica Israel en los territorios palestinos.
Más aún, Blinken se atrevió a decir que «la investigación contra Israel… distrae al mundo de todos estos importantes esfuerzos», al tiempo que ni siquiera mencionó un necesario cese del fuego para entablar cualquier negociación seria y creíble.
El propio presidente Joseph Biden recibió una clara respuesta, durante un acto de recaudación de fondos ante electores demócratas, donde lo interrumpieron con gritos de «cese del fuego ahora».
Es la tercera vez en las últimas semanas que manifestantes a favor del alto el fuego en Gaza interrumpen uno de sus discursos, prueba de que el conflicto cobra fuerza como un problema importante mientras se postula para la relección.
Por otra parte, una encuesta realizada por el Centro de Diálogo en Israel entre 620 israelíes de todo el país, reveló que el 86 por ciento responsabilizó a la administración del país por lo ocurrido tras el ataque de los grupos palestinos el 7 de octubre.
A su vez, el jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, aseguró este martes que Israel ha fracasado en todos sus objetivos en la actual guerra en la franja de Gaza.
«El enemigo no logró ninguno de sus objetivos en la guerra, a pesar del alto precio, las masacres y la guerra de exterminio», afirmó Haniyeh, que vive exiliado en Catar, en un mensaje a la conferencia de la Unión Internacional de Estudiantes Musulmanes, celebrada en Doha.
