La tristeza invade a los pequeños gazatíes, quienes habitan un entorno de destrucción. Autor: Tomada de Twitter Publicado: 17/11/2023 | 06:41 pm
Naciones Unidas/Franja de Gaza, noviembre 17.— Los bombardeos y el accionar de las tropas israelíes en Gaza continúan por 43 días consecuntivos, y en un apasionado discurso ante la ONU, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó la actual crisis como una «prueba de fuego para las Naciones Unidas y sus Estados miembros».
«Esta organización se estableció para fomentar la paz en nuestro mundo. Si ustedes, como Estados miembros de las Naciones Unidas, no quieren o no pueden detener este derramamiento de sangre, entonces debemos preguntarnos: ‘¿Para qué sirven las Naciones Unidas?'», dijo y agregó: «Las resoluciones no son suficientes». «Debes actuar y debes actuar ahora».
Aquí está la visión general de Tedros sobre el deterioro de la situación sanitaria en Gaza: Bebés prematuros mueren cuando los sistemas de soporte vital se apagan. Más de 2 000 pacientes con cáncer; 1 000 con enfermedad renal; 50 000 con enfermedades cardiovasculares y 60 000 con diabetes están en riesgo debido a la interrupción del tratamiento. Hasta 200 mujeres dan a luz cada día en las «peores condiciones imaginables». Número creciente de infecciones respiratorias y cutáneas, así como desnutrición. Casos de diarrea acuosa aguda «cuando el sistema de alcantarillado se estropea y la gente se ve obligada a defecar al aire libre».
«No hay palabras para describir el horror. El pueblo de Gaza necesita nuestro apoyo, su apoyo, ahora», afirmó.
También señaló que la falta de información, por el corte de las comunicaciones, «nos dificulta evaluar el funcionamiento del sistema de salud«. «Lo que está claro es que las necesidades de salud del pueblo de Gaza crecen todo el tiempo y el sistema de salud está al borde del colapso».
Dijo que sólo diez de los 66 hospitales de Gaza «aún funcionan con sólo 1.400 camas de hospital», y que hay una necesidad desesperada de más combustible y suministros, y añadió: «Sobre todo, necesitamos que cesen los ataques a la atención sanitaria», el hospital de Al Shifa, actualmente ocupado por tropas israelíes, debe poder «funcionar como un hospital».
En una entrevista con la cadena árabe Al Jazeera, el director del hospital Al-Shifa, Muhammed Abu Salmiya, denunció este 17 de noviembre que en el último día murieron «todos aquellos que estaban en cuidados intensivos», refiriéndose a 22 personas. La acusación llega tras días sin energía eléctrica en ese y otros centros médicos y cuando se cumple la tercera jornada de incursión de las tropas de Israel a Al-Shifa. Entretanto, la ayuda para Gaza se detiene y las comunicaciones continúan interrumpidas, luego de que se agotaran todas las fuentes de energía, apuntaba France24.
Middle East Eye reportaba que cuatro bebés en incubadoras en el hospital al-Shifa han muerto, dijo el viernes Munir al-Barsh, director general del Ministerio de Salud palestino, hablando desde el interior de ese hospital. Otros cinco se encuentran en estado crítico, debido a la incursión en curso de Israel en el hospital y la falta de combustible que ha significado que gran parte de las instalaciones médicas del complejo estén fuera de servicio.
El comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, aseguró que una de cada 57 personas que viven en la Franja de Gaza ha muerto o ha resultado herida en las últimas cinco semanas: «la situación es una pesadilla en vida». Se estima que más de 12 000 palestinos han muerto por los bombardeos o a consecuencias del total bloqueo de la Franja y de ellos unos 5 000 son niños y 3 750 personas desaparecidas, incluidos 1 800 menores. Por falta de comunicaciones desde hace cinco días no existe el parte diario que daban las autoridades sanitarias palestinas.
Parte de ese horror ha sido descrito por Tareq Abu Azzoum, corresponsal de Al Jazeera, reportando desde Khan Younis, en la Franja de Gaza, también sometido a los bombardeos y el asedio Israelí.
Azzoum informó que el jueves, las tropas israelíes, por segunda vez, volvieron a entrar al complejo médico de Al-Shifa desde el sur; por primera vez los tanques y tropas lo hicieron el miércoles en una operación que llamaron «dirigida», después de rodear y bombardear las instalaciones durante días, porque aseguraba Israel estaba siendo utilizada por Hamás como centro de mando.
«La situación en el Hospital al-Shifa es realmente muy grave», en la instalación que alberga a miles de pacientes, personal médico y palestinos desplazados a quienes, según testigos, no se les permite salir, reportó el reporte y agregó: «Según se informa, excavadoras y tanques israelíes han avanzado dentro del complejo hospitalario, dañando la pared de las instalaciones. Según los informes, también se estaba interrogando a médicos y otros trabajadores sanitarios», afirmó Abu Azzoum, que agregaba que Israel no ha presentado pruebas que respalden las acusaciones que Hamás ha rechazado y al mismo tiempo ha invitado a Naciones Unidas a enviar investigadores para verificar la verdad.
«Es un hospital civil. No hay ningún miembro de Hamás en el hospital al-Shifa», dijo a Al Jazeera Mohammed Zaqout, director general de hospitales de la Franja de Gaza. «No hay actividad militar en Al Shifa. Todo lo que pasó fue alrededor del hospital, pero dentro del hospital, todas las personas son civiles».
El edificio de cirugías especializadas resultó dañado desde el interior, los soldados israelíes volaron un almacén de medicamentos y equipos médicos dentro del hospital, y testigos informaron que «unas 200 personas fueron vendadas, interrogadas y llevadas a zonas desconocidas», informó Mahmoud. «Todo esto ocurre bajo una fuerte cobertura de ataques aéreos y proyectiles de tanques alrededor del hospital de Al Shifa y el centro de Gaza».
Sin embargo, el presidente estadounidense Joe Biden continúa impulsando la narrativa israelí sobre Al-Shifa, a pesar de no existir pruebas, y se considera hipócrita que el jefe de la Casa Blanca pidiera a Israel que sea «increíblemente cuidadoso» en su operación en al-Shifa.
Ahora contra Khan Younis y Jenin
En Israel ya buscan nuevo objetivo, y el ex primer ministro israelí, Ehud Olmert, dijo que «Khan Younis es el verdadero cuartel general de Hamás», en una entrevista transmitida el viernes, y que Israel todavía tiene que llegar al centro de la operación al sur de Gaza, donde «ellos [Hamas] tienen su liderazgo, se esconden, tienen búnkeres, posiciones de mando, plataformas de lanzamiento», se publicó en MiddleEastEye.
Shona Murray, la corresponsal de Euronews que entrevistó a Olmert le interrogó sobre declaraciones israelíes anteriores que decían que el hospital al-Shifa en el norte de Gaza era supuestamente desde donde operaba Hamás y que no había pruebas de ello. «No sé, hay tantas noticias falsas, son parte de la vida. Pero si me hubieran preguntado hace dos semanas, habría dicho que el centro está realmente en Khan Younis», dijo.
Los comentarios se producen mientras el ejército israelí ha lanzado panfletos en el sur de Gaza ordenando a la gente que abandone sus hogares y se dirijan a refugios, para permitir que las fuerzas israelíes lleguen a Hamás.
Un portavoz militar israelí, Daniel Hagari, dijo el viernes en una sesión informativa periódica que «llegarán a Hamás dondequiera que exista, incluido el sur». «Estamos decididos a avanzar en nuestra operación. Ocurrirá dondequiera que exista Hamás, incluido el sur de la franja».«Ocurrirá en el momento, lugar y condiciones que sean mejores para los militares», subrayó.
Alrededor de 1,1 millones de personas en el norte de Gaza se vieron obligadas a abandonar sus hogares cuando las fuerzas israelíes lanzaron panfletos ordenándoles que se marcharan, sin garantía de su regreso. Muchos civiles fueron atacados por la aviación y bombardeos mientras se dirigían al sur, señaló MEE.
Al respecto, el comisionado general de la agencia de las Naciones Unidas Unrwa, Philippe Lazzarini, afirmó en una conferencia de prensa el jueves que el mundo está presenciando «el mayor desplazamiento de palestinos desde 1948», calificando la escala de destrucción y pérdida en Gaza como «asombrosa».
Si se quiere una idea de lo que el régimen sionista de Israel pretende, está en una publicación en X de este viernes, realizada por Nissim Vaturi, del partido Likud y vicepresidente de la Knéset (Parlamento israelí), cuando pidió que se queme Gaza: «Toda la preocupación por si hay o no Internet en Gaza demuestra que no hemos aprendido nada. Somos demasiado humanos. Quemen Gaza ahora, nada menos».
Pero ahí no se queda la limpieza étnica y el exterminio sistemático emprendido por el ejército de Netanyahu. La violencia sigue extendiéndose por otros territorios palestinos, en medio de lo que Israel asegura son operaciones contra militantes de grupos palestinos, como Hamás o la Yihad Islámica. Este viernes, el Ejército señaló que en dos operativos distintos, en Cisjordania ocupada, murieron al menos siete supuestos miembros de esas organizaciones.
Un enfrentamiento tuvo lugar en el campo de refugiados de Jenin, en la madrugada. Allí, «en total, al menos cinco terroristas murieron», señaló la institución castrense en un comunicado.
La incursión israelí en Jenin implicó una importante presencia militar, incluidas unidades especiales y topadoras blindadas. Las fuerzas de ocupación irrumpieron en varios barrios de la ciudad y en el campo de refugiados vecino, desplegando francotiradores en los tejados de varios edificios, describió Palestine Chronicle.
Durante la redada, las fuerzas israelíes allanaron una residencia en el barrio de Jabariyat de la ciudad, arrestaron a varios palestinos y detonaron varios vehículos propiedad de la familia Rukh. El ataque militar israelí se extendió a los barrios de Jabal Abu Dhuhair, Khallet al-Soha y las afueras del campo de refugiados de Jenin. Las topadoras Caterpillar D9 que se unieron a las tropas israelíes también destrozaron infraestructurs de la ciudad y las entradas al campo de refugiados de Jenin, causando daños a las calles y a los vehículos estacionados.
Se informó de interrupciones en las comunicaciones cuando las fuerzas israelíes bloquearon las señales en la ciudad de Jenin y su campamento, y se cortó la electricidad en varios barrios de la ciudad.
El ejército israelí también asedió el hospital Ibn Sina en Jenin, interrogando a los paramédicos y creando una situación tensa en la zona.
En otra parte, en el sur de Cisjordania, dos personas perdieron la vida «por balas del Ejército israelí», a la entrada de la ciudad de Hebrón.