A la denuncia en la ONU de la política agresiva contra Cuba, se unió la hermosa iniciativa de los mensajes que recorrieron Manhattan. Autor: @CubavsBloqueo/X Publicado: 21/09/2023 | 10:10 pm
Múltiples voces contra el bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba hace más de 60 años continuaron alzándose en las últimas dos jornadas en Naciones Unidas, durante el debate general del 78vo. período de sesiones del organismo internacional.
Resaltan las palabras de la presidenta hondureña, Xiomara Castro Sarmiento, quien exigió el fin del bloqueo contra Cuba, por ser «una medida arbitraria, obsoleta y contraria al derecho internacional, que viola el principio del respeto a la autodeterminación de los pueblos, condena al sacrificio a un noble pueblo que a pesar de las limitaciones que se le imponen, continúa aportando al mundo acciones solidarias».
La mandataria exigió la salida de la Mayor de las Antillas de la lista de países patrocinadores del terrorismo, lo cual calificó como «una medida manipulada, falsa y antojadiza».
En tanto, Mohamed Irfaan Ali, presidente de la República Cooperativa de Guyana, reiteró el llamamiento «para que se desmantele el bloqueo inaceptable contra nuestro hermano Estado caribeño». La agresión económica y política, junto con designar a Cuba como patrocinador estatal del terrorismo, tiene que terminar ya», recalcó.
Otro presidente de la región latinoamericana y caribeña, Chandriapersad Santokhi, de Suriname, contó que durante su reciente visita a Cuba para participar en la Cumbre del G77 y China vio personalmente, de primera mano, «el impacto negativo del embargo de larga data, un embargo que no logra su objetivo».
Charles Angelo Savarin, presidente de la Mancomunidad de Dominica, señaló también que su país «sigue del lado de la mayoría abrumadora de la comunidad internacional,
reclamando la eliminación del bloqueo económico de 60 años de duración impuesto a la República de Cuba por EE. UU.».
Enfático fue el mandatario chileno, Gabriel Boric, quien consideró como un acto de violencia las medidas contra Cuba, incluyendo su inclusión en la lista de supuestos países patrocinadores del terrorismo. «Quiero ser muy claro, declarar que Cuba es un país que promueve el terrorismo no solo es falso, sino que nos violenta, y por lo tanto, instamos a EE. UU. a seguir la línea que en su momento
tuvo el Gobierno de Barack Obama, cuando los sacó de esa infame lista, que ya lleva tres años repitiéndose, y que tanto daño le hace, no al Gobierno, al pueblo cubano que no lo merece», aseveró.
Desde el continente africano se escucharon también voces como la del mandatario angolano, Joao Manuel Goncalves Lourenco, quien destacó cuán importante es «hacer cumplir las resoluciones sobre el bloqueo a Cuba y el conflicto de décadas en el Medio Oriente entre Israel y Palestina».
A estos reclamos se sumó Hage G. Geingob, presidente de Namibia, al considerar que las medidas punitivas que se le han impuesto durante más de medio siglo a la República de Cuba han generado un sufrimiento terrible que ha empobrecido al pueblo cubano y solicitó quitar a Cuba de la mencionada lista.
La eliminación de las medidas coercitivas unilaterales, consideradas como arcaicas, ilegítimas, ilegales y violatorias de la soberanía de los Estados y del derecho internacional, centró la atención de otras importantes reuniones paralelas en Naciones Unidas; de ahí que no solo se exigiera el levantamiento del bloqueo a Cuba, también las sanciones contra países como Venezuela e Irán.
Emmerson Dambudzo Mnangagwa, presidente de Zimbabue, condenó el uso de sanciones unilaterales ilícitas como política exterior a disposición de algunas naciones poderosas, mientras que José Ramos-Horta, presidente de la República Democrática de Timor-Leste, llamó a no aceptar anacronismos incomprensibles como el bloqueo impuesto al pueblo cubano, o el constante estancamiento en el conflicto del Sahara Occidental.
Más de 30 países sufren estas medidas, denunció también el canciller de Venezuela, Yván Gil, al intervenir este jueves en la reunión ministerial preparatoria de la Cumbre del Futuro, pues «no es a través de sanciones o coerciones como haremos realidad la promesa sostenida en la Carta de las Naciones Unidas», dijo.
Gil exhortó a reforzar el multilateralismo, la solidaridad y la cooperación internacional en aras de la seguridad y el desarrollo, aportar soluciones concretas a la actual crisis multidimensional y a los numerosos retos que afectan la vida de nuestros pueblos, para que la promesa de no dejar a nadie atrás, pueda convertirse en una realidad para todos, sin distinciones ni cálculos políticos de ningún tipo.