La Explanada de Mezquitas en Jerusalén Este ha sido escenario de cruentos enfrentamientos en los útimos meses. Autor: AFP Publicado: 04/01/2023 | 11:27 pm
Emiratos Árabes Unidos y China convocaron ayer miércoles a una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para condenar la visita del ministro de Seguridad Nacional de Israel, el político de extrema derecha Itamar Ben-Gvir, al complejo de la mezquita Al-Aqsa, en Jerusalén Este ocupado, realizada el martes pasado.
En un comunicado, la cancillería emiratí calificó el ingreso de Ben-Gvir al sitio sagrado como un asalto perpetrado bajo protección de fuerzas israelíes. Además, instaron a Tel Aviv a reducir la escalada y la inestabilidad en la región, y a respetar la función de custodia que ejerce Jordania sobre lugares de Jerusalén Este que, como Al-Aqsa, resultan sagrados tanto para los musulmanes como para los judíos.
Antes, el Ministerio de Relaciones Exteriores palestino condenó en términos enérgicos «el asalto a la mezquita de Al-Aqsa por parte del ministro extremista Ben-Gvir», hecho que catalogó como «provocación sin precedentes y una peligrosa escalada del conflicto».
A la condena se sumaron Egipto, Jordania, Arabia Saudí y Türkiye, incluso el Gobierno de Estados Unidos, aliado de Israel. El lunes pasado, antes de la visita, el ex primer ministro y ahora líder de la oposición israelí, Yair Lapid, había advertido que la entrada de Ben-Gvir al complejo conduciría a la violencia, devendría provocación y pondría vidas en peligro.
Aunque el ministro israelí no ingresó a la mezquita ni a la cúpula, para los palestinos se trató de una provocación, un intento por judaizar lugares símbolos del nacionalismo palestino y afectar parte de su apuesta por la condición de un eventual Estado con Jerusalén como su capital.
La visita a la Explanada de las Mezquitas a finales de 2000 del general y político israelí Ariel Sharon, que por entonces era líder de la oposición, se considera el desencadenante de la Segunda Intifada palestina, por lo que cualquier visita de un líder político de Israel se interpreta como una amenaza a la estabilidad y al status quo del lugar.
Según refiere Telesur, el recinto de la mezquita Al-Aqsa (o Monte del Templo para los judíos) es una amplia plaza amurallada en el corazón de la Ciudad Vieja en el Jerusalén Este ocupado. Incorpora la mezquita Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca.
Durante cientos de años el complejo ha sido administrado por una dotación religiosa de musulmanes, que es financiada por Jordania desde hace 55 años. En 1967 Tel Aviv ocupó Jerusalén Este (donde se ubica Al-Aqsa) luego de la guerra árabe-israelí.