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Cuba y Venezuela: que seamos siempre juventudes hermanas

La Primera Secretaria de la UJC fue recibida por su homóloga venezolana, en la sede Partido Socialista Unido de Venezuela. Se fortalecen lazos de amistad, cooperación y solidaridad entre ambos pueblos

Autor:

Yuniel Labacena Romero

CARACAS, Venezuela.— Como expresión del reconocimiento al destacado aporte de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (Jpsuv) a la consolidación de los históricos lazos de amistad, cooperación y solidaridad entre las revoluciones de Cuba y Bolivariana, así como de sus juventudes, la organización hermana recibió este jueves la Moneda Conmemorativa Aniversario 60 de la fundación de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

Fue Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, quien puso en manos de Grecia Colmenares Santander, secretaria general de la Jpsuv, la alta distinción luego del recibimiento e intercambio oficial, ocurrido en la sede del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y el que acompañó también Rander Peña Ramírez, viceministro para América Latina del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores.

Que seamos siempre juventudes hermanas, dijo la dirigente juvenil cubana en ese momento, y añadió que «ustedes, queridos amigos, representan un baluarte de la justicia y la amistad entre nuestras naciones; ustedes han sido esenciales en defensa de nuestra Revolución, en la batalla por el levantamiento del injusto bloqueo, así como en la defensa de nuestra soberanía e independencia. Nada ni nadie podrá condicionar esta relación ni la solidaridad nuestra».

Emocionada junto a la delegación que la acompañaba, la Secretaria General de la Jpsuv agradeció ese gesto que los compromete «cada día más en esa unión indisoluble entre ambas juventudes, en apoyar las causas justas de nuestros pueblos, y sobre todo en defender y fortalecer los sentimos profundos que sembraron Martí y Bolívar, Chávez y Fidel por la unidad de la Patria Grande».

En el intercambio, Álvarez García reiteró la gratitud por la calurosa acogida que «hemos tenido desde nuestra llegada a esta tierra», y le transmitió el abrazo y saludo eterno de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República; y de Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización en esa instancia política.

«Gracias hermanos por esta inyección de ejemplo, de trabajo, de Revolución, que juntos seguiremos cultivando para hacer eterno el pensamiento de nuestros líderes», reiteró la Primera Secretaria de la UJC, en un encuentro que devino espacio, igualmente, para que los amigos venezolanos conocieran de los procesos que desarrolla la UJC y del protagonismo de las nuevas generaciones en la vida económica, política y social de la nación.

Aylín le propuso a sus homólogos crecer el intercambio mutuo a través de diferentes delegaciones venezolanas que puedan visitar nuestra Patria, así como realizar grupos de trabajo en materia comunicacional y de redes sociales, pues «insertarnos en el mundo digital con y para los jóvenes, figura como una prioridad de trabajo en un contexto de guerra mediática contra nuestros países, que debemos enfrentar con mucha preparación y argumentos sólidos.

«Para la UJC resulta muy importante la celebración de estos espacios de concertación regional. Tenemos el deber histórico de guiar y acompañar a las nuevas generaciones en el ejercicio de la toma de las decisiones en cada uno de los procesos políticos y sociales de nuestras sociedades y solo en pie de lucha y unidos lo podemos lograr», reiteró.

«Bienvenidos a casa», había dicho la Secretaria General de la Jpsuv a su homóloga y la comitiva que la acompaña. Y agradeció, asimismo, la oportunidad de este encuentro con «la Patria de Fidel, quien inspiró a nuestro Comandante eterno Hugo Chávez Frías para hacer realidad la revolución bolivariana. Por eso, no hay dudas de que Cuba y sus líderes son el faro que ilumina a los pueblos de nuestra América toda y del mundo».

Además, se refirió a los 14 años de existencia de la Jpsuv, la cual desde entonces ha generado una nueva dinámica de participación de los jóvenes en las distintas acciones y actividades que desarrolla el PSUV. «En todo ello nuestra divisa es unir experiencia y juventud porque solo así podremos avanzar en todo lo que nos proponemos.

«Estamos trabajando con amor para defender el futuro de toda Venezuela», reiteró la joven líder, quien, igualmente se refirió a los diferentes procesos que desarrollan y los movimientos políticos y sociales a los que se integran los más nuevos en la Revolución que hoy encabeza Nicolás Maduro Moros, hijo de «sabiduría, de progreso y convicciones del Comandante Chávez».

A sus hermanos cubanos, Colmenares Santander propuso también más espacios de intercambios en temas relacionados con los movimientos juveniles que tenemos, su estructura y funcionamiento, en la asistencia de profesores antillanos a dar clases en la escuela de formación política Antonio José de Sucre, así como en temas comunicacionales y vinculación con los distintos sectores donde se desarrollan los jóvenes.

En otro momento de su intervención, señaló que como organización siguen abriendo espacios para la defensa de «nuestro proceso revolucionario como referencia importante también para la construcción del socialismo a nivel planetario. Ese es un reto que tenemos como generación y como juventud venezolana en esta nueva época. Esta tiene que ser una generación coherente, pertinente y muy unidad para vencer».

Como colofón, ambas delegaciones intercambiaron obsequios que identifican a sus juventudes y pueblos en cuanto a historia y tradiciones. De Cuba recibieron los venezolanos, entre otros, una imagen en acrílico de Ernesto Che Guevara, a quien se dedica esta cita del 19no. Congreso de la Oclae., mientras estos entregaron una hermosa escultura del mejor amigo que ha tenido nuestro pueblo: de Chávez.

La figura, dijeron los anfitriones, está inspirada en un gesto del líder de la Revolución Bolivariana señalando «hacia arriba, al futuro», durante el cierre de campaña presidencial del 4 de octubre de 2012, que llenó siete avenidas de pueblo, aun cuando llevaba en su cuerpo las marcas de una enfermedad muy avanzada. Por eso, este encuentro de las juventudes cubanas y venezolanas no pudo tener mejor cierre que el abrazo extendido entre hermanos.

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