Desde la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, Argentina, en 2005, paralelamente se han reunido activistas, sindicalistas, organizaciones de base y pueblos progresistas para dar a conocer sus verdaderos intereses y necesidades, y no sería menos en esta 9na. Cumbre a celebrarse en Los Ángeles, Estados Unidos. Los pueblos hicieron su convocatoria para los días 8, 9 y 10 de junio, con el propósito de contrarrestar los designios del imperio.
A la par de la excluyente del presidente Joseph Biden, que no admite como naciones de este continente a Cuba, Venezuela y Nicaragua, la Cumbre de los Pueblos acogerá tres días de arte, música, oradores, debates, talleres, mesas redondas y actuaciones, todo ello para elevar las voces de los ciudadanos e imaginar un nuevo mundo que dé prioridad a la democracia de los ciudadanos, como dice en su página web.
Sin embargo, Estados Unidos está negando también la participación de nuestra sociedad civil, y la Cumbre de los Pueblos por la Democracia ha hecho un llamamiento a favor de la delegación cubana: «¡Déjenlos entrar! Detener la exclusión de los artistas y académicos cubanos», en la cual expresa la indignación «por la decisión del Gobierno de Estados Unidos de negar el visado a una delegación de 23 personas de la sociedad civil cubana», lo que considera «una afrenta a los mismos valores democráticos que el Gobierno estadounidense y su “Cumbre de las Américas” pretenden defender».
Entre las 23 personas a las que EE. UU. cierra las puertas para que no se escuche su voz, la voz del pueblo cubano, están «la renombrada científica y médica cubana Tania Crombet Ramos, miembro de la Academia Mundial de Ciencias, que contribuyó al desarrollo de varias vacunas que salvaron vidas; Reineris Salas Pérez, luchador olímpico que ganó la medalla de bronce en Tokio; Jorge González Núñez, líder estudiantil cristiano queer, y muchos otros, como periodistas, artistas, sindicalistas y líderes comunitarios».
Como señala la declaración de los Pueblos, «con esta decisión y la exclusión de Cuba de la Cumbre oficial de Biden, se le ha negado a Cuba una voz en las discusiones vitales sobre la democracia, la integración y la cooperación regional».