Yahima Esquivel Moynelo, embajadora de Cuba ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), denunció este martes en el Consejo Ejecutivo de esta entidad de la ONU el carácter criminal del bloqueo estadounidense contra la nación caribeña y su recrudecimiento en tiempos de pandemia.
La agencia Prensa Latina refiere en un despacho que la diplomática calificó ante el foro ese cerco económico, comercial y financiero como «el más cruel y prolongado que se haya aplicado contra nación alguna» y repudió su aplicación oportunista.
Esquivel Moynelo expuso que la administración del presidente republicano Donald Trump recrudeció el bloqueo con 243 medidas adicionales, muchas de ellas impuestas en plena pandemia de la COVID-19. Esas acciones hostiles han sido mantenidas por su sucesor demócrata en la Casa Blanca, Joe Biden.
Tales medidas conforman, dijo, una política injusta que contradice el llamado de las Naciones Unidas y de la Unesco a anteponer la solidaridad y la cooperación a los conflictos, en esta hora definitiva para la humanidad.
La embajadora cubana reiteró en el Consejo Ejecutivo la importancia de respetar los principios de la Carta de la ONU y de asumir los valores y mandatos de la Unesco como mejores herramientas para la mitigación de la pandemia, lo cual se traduce en la apuesta por la cooperación frente a los desafíos globales.
A propósito de la COVID-19 y de la agresividad estadounidense contra Cuba, la diplomática destacó que, en tan adverso escenario, su país creó tres vacunas y dos candidatos vacunales para neutralizar la enfermedad viral.
«Gracias al apoyo de nuestras mujeres y hombres de ciencia y del personal de la salud, el 59,7 por ciento de la población cubana ha concluido el esquema de vacunación con tres dosis de las vacunas Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus», resaltó.
De igual modo, la representante cubana recordó el objetivo de la nación caribeña de alcanzar la inmunización total de sus habitantes a finales de 2021, «lo que nos permitirá avanzar en la lucha contra la pandemia y ayudar a otros países a lograrlo, convencidos de que las vacunas son un bien público universal».