Médicos y enfermeras de Cuba se desplegaron en las zonas más afectadas por el terremoto que golpeó la zona sur de Haití Autor: Tomada de Twitter Publicado: 24/08/2021 | 02:54 pm
PUERTO PRÍNCIPE, agosto 24.- Más de una semana después del fuerte terremoto en Haití, los médicos de Cuba continúan hoy en las regiones afectadas por el sismo, con especial atención a enfermedades como el cólera o la COVID-19, que podrían propagarse.
Corail es una comuna de Grand Anse, situada a unos 170 kilómetros al suroeste de Puerto Príncipe. Allí casi la mitad de los 20 mil pobladores tuvo que salir de sus viviendas, unas porque sucumbieron al terremoto y otras sufrieron daños, confirmó el alcalde Alex Maxcia.
Tras el evento telúrico la Brigada Cubana atendió a los heridos en una carpa situada en las afueras del hospital, pues este sufrió daños considerables durante el terremoto de 7,2 en la escala abierta de Richter.
Los galenos realizaron más de 120 cirugías menores, atendieron una treintena de facturas y asistieron a más de 70 pacientes justo el día del seísmo. Ahora mantienen el seguimiento a las víctimas, así como su labor habitual con enfermos crónicos y patologías trasmisibles. A ese trabajo suman las visitas a los hogares o espacios donde se refugiaron los damnificados tras el temblor, especialmente intenso en esa zona, publica PL.
Nosotros estamos haciendo un seguimiento del cólera y las enfermedades respiratorias, porque muchas personas estuvieron hacinadas por el terremoto, dijo el rehabilitador Gilbert Fuentes, oriundo de la provincia cubana de Holguín.
Fuentes confirmó que no diagnosticaron hasta este martes ningún casi de diarrea o síntomas que indiquen un rebrote de la COVID-19, pero aún es pronto para bajar la guardia.
En Corail decenas de personas viven refugiadas en la principal plaza del pueblo, bajo carpas improvisadas y con poca distancia entre unos y otros, en medio de la acuciante necesidad que profundizó el sismo.
La historia se repite en las comunas alejadas que también sufrieron daños, y ahora enfrentan los desafíos de acceder a agua potable o alimentos, pero la atención médica donde están los cubanos es una garantía.