Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Con Cuba se defiende el derecho a la seguridad y la paz de todas las naciones del mundo

La condena al bloqueo también fue un rechazo al unilateralismo, la agresividad, y la pretendida hegemonía de Washington en el concierto internacional

Autores:

Marina Menéndez Quintero
Juana Carrasco Martín

Volvimos y volveremos a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, mientras exista el bloqueo, porque respetamos a la comunidad internacional, tanto como la desconoce e irrespeta el imperio, expresó el Primer Secretario del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, minutos después de producirse la votación en el plenario sobre la Resolución que condena a Estados Unidos y su criminal política.

Nuevamente de manera abrumadora, la comunidad internacional aprobó el documento por 184 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Colombia, Brasil y Ucrania).

Unas dos docenas de intervenciones apoyaron el reclamo cubano, previas a las palabras del canciller Bruno Rodríguez Parrilla, quien dijo rotundamente ante la 75ta. Asamblea General: Como el virus, el bloqueo asfixia y mata. Debe cesar.

Los cerrados aplausos que siguieron a la aprobación de la Resolución se escucharon con fuerza y nítidamente, a pesar de que en cumplimiento de las medidas contra la transmisión de la COVID-19, la sala parecía «vacía», porque solo estaba presente un representante por delegación. Y hasta el estrado cubano llegó un buen número de delegaciones para saludar la victoria.

Era la esperada reacción de una comunidad internacional que también es agredida por el carácter extraterritorial de las sanciones de Estados Unidos contra Cuba.

Antes y después de la votación que volvió a demostrar el aislamiento de la política estadounidense, el debate de la Resolución contra el bloqueo no fue solo un ejercicio de justicia para con su pueblo, primera víctima de las sanciones criminales e ilegales que conforman esa práctica agresiva.

Además, el debate constituyó un reclamo de respeto al Derecho Internacional  y a la Carta de las Naciones Unidas, violados por la política de Washington
hacia la Isla y, en general, por lo que constituye una conducta internacional de EE. UU. que irrespeta la soberanía nacional de los Estados. Así, al condenar el bloqueo las naciones que subieron al podio también defendieron sus propios derechos y, de manera implícita, otro orden para el mundo.

De las intervenciones

Impulso al multilateralismo, rechazo a las medidas punitivas unilaterales y diálogo fueron llamados reiterados en el debate por países como Vietnam, cuyo representante recordó que esa nación sufrió un bloqueo y, por tanto, comprende las dificultades y peligros que entraña, y apostó por un diálogo constructivo sobre la base de la igualdad, la reciprocidad y el respeto a la soberanía nacional de todos, por Cuba y por la estabilidad de la región y del mundo.

La política de Vietnam es oponerse a medidas unilaterales y coercitivas contra un Estado soberano. La continuación del bloqueo contra Cuba es injustificable, apuntó.

El representante de Vietnam dijo ante el plenario que la continuación del bloqueo contra Cuba es injustificable.

En igual sentido, el embajador de la Federación Rusa ante la ONU deploró lo que llamó la guerra de sanciones de Washington, como política aplicada, en general, para «eliminar Gobiernos que no le gustan», lo que calificó como ejemplo flagrante de una política exterior de opresión en virtud de la cual se implementan medidas que van contra los derechos humanos y el  bienestar de la población.

El Embajador de la Federación Rusa ante la ONU deploró lo que llamó la guerra de sanciones de Washington, como política aplicada, en general, para «eliminar Gobiernos que no le gustan».

Otra lección de lo que debiera ser una convivencia internacional en paz la brindó el representante de Venezuela, cuando afirmó que la política de asfixia de Estados Unidos contra Cuba representa el sistema de sanciones más severo y prolongado contra país alguno y destacó que «es un crimen que nos afecta a todos». Se trata, explicó, de la negación de nuestro derecho a la soberanía nacional, y legalizar el  poder de EE. UU. sobre otros países; un ataque al sistema de relaciones internacionales en su conjunto.

Hoy en día, dijo el embajador Samuel Moncada, la violencia económica se ha convertido en el arma de guerra preferida por el Gobierno de Estados Unidos para expandir su guerra perpetua contra un tercio de la población mundial. Sabe que la agresión económica tiene un poder destructor como las armas convencionales. Con Cuba, estamos defendiendo el derecho a la seguridad y la paz de todas las naciones del mundo.

El representante de Venezuela afirmó que la política de asfixia de Estados Unidos contra Cuba representa el sistema de sanciones más severo y prolongado contra país alguno y destacó que «es un crimen que nos afecta a todos».

En similar sentido se pronunció México, al reafirmar que en el marco de relaciones entre naciones soberanas, toda medida unilateral de carácter económico y financiero, concebida como medio de presión política para generar cambios en las decisiones de otro Estado, contraviene la Carta de la ONU y atenta contra la paz y la estabilidad internacional, apuntó su representante.

Crítica de la actitud hegemónica de Estados Unidos hacia el mundo fue también la intervención de China, al apuntar la necesidad de  resistir toda disposición de sanciones internacionales. Hay que salvaguardar los derechos e intereses de cada nación, dijo su Embajador, quien apostó más adelante por diálogos en pie de igualdad y consultas amistosas como la mejor manera de atender las diferencias. El acoso será contraproducente, sentenció.

Crítica de la actitud hegemónica de Estados Unidos hacia el mundo fue también la intervención de China, al apuntar la necesidad de  resistir toda disposición de sanciones internacionales.

Bolivia, por su parte, consideró el tema presentado como uno de los más sustanciales y que recibe mayor atención en la Asamblea General porque se opone a las medidas de coerción y desprestigio contra cualquier Estado del mundo.

El bloqueo no es un asunto bilateral, es una amenaza al multilateralismo y lacera la soberanía de todos los Estados cuando se requiere cooperación internacional y solidaridad, mientras Estados Unidos mantiene viejas prácticas para golpear a quienes no comulgan con sus políticas.

Votamos por la esperanza y la posibilidad de hacer un mundo más justo, agregó el representante del Estado Plurinacional.

Otras intervenciones para explicar el voto a favor de la demanda del fin del bloqueo, también destacaron que las medidas punitivas de EE. UU. son mucho más criminales en un momento en que Cuba, como el resto del mundo, es golpeada por la pandemia, y ensalzaron el hecho de que, aún en medio de esa contingencia, la Isla haya desarrollado su característica labor de colaboración internacional con el envío de brigadas médicas a distintas naciones para ayudarles a enfrentar la COVID-19.

Así lo destacó la representante de Sudáfrica cuando apuntó que el bloqueo es más fuerte en medio de la pandemia. A pesar de ello, agregó, Cuba no ha dejado de contribuir en la lucha contra la COVID-19. La solidaridad de Cuba y su internacionalismo inspiran a la humanidad, afirmó.

La representante de Sudáfrica apuntó que el bloqueo es más fuerte en medio de la pandemia; a pesar de ello, agregó, Cuba no ha dejado de contribuir en la lucha contra la COVID-19. Su solidaridad e internacionalismo inspiran, significó.

Otros apoyos y el desencuentro

Además, varios oradores felicitaron el hecho de que, pese a las condiciones del bloqueo, los científicos de la Isla hayan producido cinco candidatos vacunales. También repudiaron el endurecimiento de las medidas en medio de la pandemia, y que Cuba haya sido incluida por Washington en la falaz lista de países promotores del terrorismo.

Así lo hicieron Costa Rica, Surinam, Corea, Irán, Siria, Filipinas, Antigua y Barbuda, Argelia, Granada, Guinea Ecuatorial, Gabón, Saint Kitts y Nevis y Argentina.

Primeros  en  hacer  uso  de  la  palabra,  pidieron el fin del bloqueo sin condicionamientos, importantes conglomerados
de naciones como la Comunidad del Caribe, en cuyo nombre habló Haití, y su representante ponderó el despliegue de brigadas médicas cubanas en los Estados miembros de Caricom para reforzar sus respectivos sistemas nacionales de salud, a pesar del bloqueo.

También hablaron Singapur por la Asean(Asociación de Naciones del Sudeste Asiático); el Grupo de los 77 más China estuvo representado por Guinea; y Azerbaiyán hablo por el MNOAL (Movimiento de Países No Alineados). Por la Organización de Cooperación Islámica intervino Níger y Eritrea lo hizo en nombre del Grupo de África.

De igual manera lo hizo la Unión Europea, que al explicar el voto unánime de esa comunidad a favor de la Resolución, el diplomático de Portugal se refirió al efecto desastroso del bloqueo en la economía de Cuba y en el nivel de vida del pueblo cubano.

Subrayó que la aplicación del diálogo con Cuba lleva cuatro años y ha colocado las relaciones bilaterales en un ámbito más firme que les permita apoyar a Cuba en su vía hacia la reforma y las modernizaciones, y en ello destacó la posición europea sobre los derechos humanos.

Sin embargo, el bloqueo pone cortapisas a esos objetivos, además de que Europa no puede aceptar la puesta en vigor de los Títulos III y IV de la Ley Helms-Burton, que violan acuerdos de Estados Unidos y la Unión Europea.

Como era de esperarse, un miembro de la  delegación estadounidense ante la ONU leyó —diríamos que con pocas ganas y menos convicción, pero no exento de cinismo— una declaración en la cual Washington dijo que esa política era una manera legítima de lograr los intereses de Estados Unidos para con Cuba y que las sanciones eran herramientas para fortalecer la democracia y los derechos humanos del pueblo cubano, al que apoyan en su búsqueda de felicidad y un futuro de más prosperidad.

Relacionó el funcionario del Departamento de Estado los miles de millones de dólares que le han aportado a Cuba con ese propósito, incluyendo equipos médicos y alimentos.

En respuesta, el representante de Nicaragua calificó con palabras exactas al bloqueo, que en tiempos de pandemia, dijo, es crimen de lesa humanidad.

El embajador de Cuba ante la ONU, Pedro Pedroso, desmintió cada una de las falsas alegaciones del estadounidense, cuya intervención calificó de cínica y dejó claro que Cuba no le pedirá permiso a Estados Unidos para construir el sistema económico, político y social soberanamente decidido por su pueblo.

En un tuit, en el cual el Presidente Díaz-Canel saludó la contundente victoria de Cuba y los pueblos que le apoyan en la ONU, puntualizó que «el discurso imperial cínico, mentiroso y calumnioso es tan inmoral, descarado y obsoleto como lo es el criminal bloqueo. El mundo está con Cuba. Se aísla EE. UU., no tiene derecho a sancionar. Nuestro agradecimiento a los pueblos y Gobiernos que nos apoyan».

El escaño cubano recibió el saludo de casi todos los países del mundo, tras conocerse los resultados de la votación con una abrumadora victoria de 184 votos a favor de la demanda de poner fin al bloqueo.

 

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