La pandemia del coronavirus ha costado el equivalente de 255 millones de empleos a nivel mundial, con lo que se han cuadruplicado las pérdidas durante la crisis financiera de 2008-2009, según una investigación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de las Naciones Unidas.
El informe, publicado ayer lunes, sitúa las pérdidas como resultado de las restricciones en el 8,8 por ciento de las horas de trabajo en todo el mundo.
La pandemia afectó a las mujeres más fuerte que a los hombres, con pérdidas del cinco por ciento del empleo femenino en comparación con el 3,9 por ciento para los hombres. Las féminas también eran más propensas en general a abandonar el trabajo en medio de la pandemia.
La OIT, asimismo, encontró que los trabajadores más jóvenes se vieron afectados desproporcionadamente, con una pérdida del 8,7 por ciento entre los 15 y los 24 años, en comparación con el 3,7 por ciento de los trabajadores de más edad.
Los servicios de alimentación y de hospitales fueron los más afectados, con pérdidas de empleo de más del 20 por ciento. En el otro extremo del espectro, según el informe, el empleo en la informática, la comunicación y las finanzas aumentó en el segundo y tercer trimestres del año pasado.
«Esta ha sido la crisis más grave para el mundo del trabajo desde la Gran Depresión de la década de 1930. Su impacto es mucho mayor que el de la crisis financiera mundial de 2009», dijo el director general de la OIT, Guy Ryder, en un comunicado, y agregó que una recuperación en este 2021 es «frágil y altamente incierta», según The Associated Press.
«Estamos ante dos caminos. Uno conduce a una recuperación desigual, insostenible, con una creciente desigualdad e inestabilidad, y la perspectiva de más crisis», dijo. «La otra tiene q ver con una recuperación centrada en el ser humano para recuperar mejor, priorizando el empleo, los ingresos y la protección social, los derechos de los trabajadores y el diálogo social. Si queremos una recuperación duradera, sostenible e inclusiva, este es el camino al que deben comprometerse los responsables políticos».
Para garantizar una recuperación sostenida, el organismo recomendó medidas específicas que afectaran el impacto de la pandemia en las mujeres, los trabajadores jóvenes y los trabajadores mal pagados, así como el apoyo financiero internacional a los países más pobres.