BOGOTÁ.— Tras ser liberado este jueves el líder de la FARC Jesús Santrich envió «un mensaje de esperanza en la construcción de una paz que parece esquiva, pero que se coloca como un imperativo seguir buscándola a toda costa».
Según despacho de la Agencia Prensa Latina, así se pronunció en rueda de prensa desde la sede del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) en esta capital, hacia donde se trasladó desde su salida del búnker de la fiscalía local, luego de que la Corte Suprema de Justicia ordenara su libertad.
«Mi propósito mayor es luchar desde cualquier escenario, incluyendo el Congreso, para sacar adelante el Acuerdo de Paz y otros proyectos que son necesarios para superar la miseria, la desigualdad y la exclusión política en este país», remarcó el excombatiente.
Sobre cuándo acudiría a posesionarse como congresista dijo que depende del cumplimiento de formalidades del ente legislativo, de las que se está ocupando su partido para ver en qué momento y de qué manera va a proceder.
El ex comandante guerrillero subrayó su «compromiso irreductible con el Acuerdo de Paz, con la Jurisdicción Especial para la Paz y con las Altas Cortes».
En relación con los cargos de narcotráfico que le imputan Estados Unidos y la fiscalía colombiana enfatizó: «Lo dije en algún momento y lo ratifico ahora: más cocaína ha pasado por las narices de quienes me acusan que por mis manos».
Insistió en que entre la Agencia Antidrogas de Estados Unidos y la fiscalía de Colombia se fabricó un vil montaje para incriminarlo y dañar el proceso de paz.
Opinó que hace falta sumar voluntades y juntar afectos para derrotar todo el odio que carcome a los enemigos de la paz y que impide la reconciliación en el país.
Finalmente agradeció a su partido, a las organizaciones sociales y grupos solidarios que creyeron en él y batallaron por su libertad y a la comunidad internacional, principalmente a Naciones Unidas, por su defensa de la implementación del Acuerdo de Paz.