Andrei A. Guskov. Autor: ACN Publicado: 18/05/2019 | 09:19 pm
Desde hace aproximadamente un año, Andrei A. Guskov ejerce las funciones de embajador de la Federación Rusa en Cuba y durante este tiempo se han continuado reforzando las relaciones de amistad y colaboración entre ambas naciones. Juventud Rebelde conversó largamente con el diplomático, quien ofreció un pormenorizado panorama sobre esos inter-cambios político-económicos y cómo enfrenta el gigante euroasiático las arbitrarias medidas impuestas por Estados Unidos contra su país.
—¿Cómo definiría usted hoy las relaciones entre Cuba y Rusia?
—Sólidos lazos de una larga amistad, simpatía mutua, respeto y apoyo solidario unen a nuestros pueblos. Las relaciones entre ambos países son de carácter estratégico y de aliados, lo que comprobaron el Presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, y el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en el transcurso de las negociaciones que se celebraron el 2 de noviembre de 2018 en Moscú.
«Las relaciones están avanzando y nos proponemos trabajar juntos para consolidar nuestra cooperación multidimensional en diferentes ámbitos, tales como la política, la economía, el comercio, los sectores bancario y financiero, las inversiones; también en el ámbito cultural, científico-educativo, técnico-militar y de innovaciones.
«Moscú y La Habana abogan por un orden económico internacional que sea democrático e inclusivo, por una nueva arquitectura financiera mundial que tenga en cuenta las asimetrías existentes en el comercio y en el sistema financiero global y que reconozca las necesidades y particularidades de todas las naciones, sobre todo las que están en vías de desarrollo.
«Se destacan las labores desarrolladas por la Comisión Intergubernamental Ruso-Cubana para la Colaboración Económico-Comercial y Científico-Técnica, que en octubre de 2018 celebró en La Habana su 16ta. sesión. Copresidentes de la Comisión, el vicepresidente del Gobierno de Rusia, Yuri Borisov, y el vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba Ricardo Cabrisas, se reunieron también en enero pasado en Moscú. En las negociaciones se abordaron las principales cuestiones del desarrollo de los nexos bilaterales y de la participación efectiva de Rusia en la realización del Programa de Desarrollo Económico y Social de Cuba hasta 2030.
«También nuestro país está prestando asistencia en el revestimiento en oro de la cúpula del Capitolio de La Habana. Tenemos previsto finalizar las obras de renovación para la celebración este año del aniversario 500 de la fundación de La Habana».
—¿Cuál es su criterio sobre el Título III de la Ley Helms-Burton?
—La Federación Rusa condena enérgicamente la activación, a partir del 2 de mayo, del Título III de la Ley Helms-Burton y su arbitrario carácter extraterritorial. El empleo de sanciones ilegítimas contra los operadores económicos extranjeros que trabajan en la Isla y utilizan propiedades nacionalizadas es otra clara evidencia del endurecimiento del bloqueo, un ataque abierto a la soberanía no solo de Cuba, sino también de los Estados que cooperan activamente con esta Isla.
«Las llamadas sanciones en el espíritu de la resucitada Doctrina Monroe, que considera a América Latina como un objeto de colonización, son inaceptables para Rusia y para la gran mayoría de la comunidad internacional.
«La dirección del Gobierno cubano ha expresado reiteradamente su disposición a resolver las contradicciones existentes con la parte estadounidense sobre una base bilateral. Creemos que esta es la única opción. Hacemos un llamado a todas las fuerzas responsables para que defiendan la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional con el objetivo de poner fin al bloqueo contra Cuba».
—¿A cuánto ascienden los intercambios comerciales entre ambas naciones?
—Cuba se encuentra entre los principales socios económicos de Rusia en América Latina y el Caribe, por eso prestamos atención prioritaria al fomento de la cooperación económico-comercial e inversionista. En los últimos años hemos observado una dinámica estable en el desarrollo del comercio bilateral.
«En el año 2017, en comparación con 2016, el intercambio aumentó 17% y alcanzó 290,2 millones de dólares; en 2018 llegó a 388 millones de dólares, es decir se incrementó 34%, en comparación con 2017 (la dinámica en general fue asegurada por las exportaciones de Rusia, que crecieron desde 276,6 hasta 373 millones de dólares, y las importaciones de 13,6 a 15 millones de dólares.
«En términos absolutos todavía son indicadores y volúmenes discretos. Sin embargo, a la Comisión Intergubernamental le fue encargado elaborar medidas concretas para asegurar el crecimiento de los flujos comerciales bilaterales e intensificar la cooperación en la esfera de inversiones.
«Aspiramos a incrementar el intercambio entre la Unión Económica Euroasiática (UEE) y Cuba con el fin de extender el volumen de comercio e inversiones bilaterales, y eliminar barreras que obstaculizan el fortalecimiento de los vínculos económicos».
—¿En qué ramas se están realizando las inversiones rusas, cómo marchan las relaciones de colaboración? ¿Cuáles son las proyecciones futuras?
—Son diferentes las líneas de nuestra interacción y ocupan un lugar destacado los proyectos conjuntos en esferas como energía, metalurgia, infraestructura de transporte, agricultura, industria ligera, farmacéutica, medicina, tecnologías de información y comunicaciones. Las compañías rusas participan activamente en el proceso de la modernización de diferentes sectores de su economía.
«Hemos acumulado una experiencia positiva de interacción en el ámbito de la energía. Los suministros del petróleo y sus derivados contribuyen significativamente al abastecimiento del país con los recursos necesarios. Las empresas rusas trabajan con éxito en el territorio cubano en diferentes áreas, como la explotación y el aumento del rendimiento de yacimientos.
«Además, existen proyectos conjuntos mutuamente ventajosos en la cooperación industrial. Con la participación de compañías rusas se lleva a cabo la reconversión técnica de las fábricas cubanas de producción metalúrgica y abonos nitrogenados. Se lleva a cabo un proyecto para ampliar y modernizar la planta metalúrgica Antillana de Acero José Martí y la planta Acinox Las Tunas. Existen, además, grandes posibilidades de renovación en la del níquel Ernesto Che Guevara.
«Rusia, en particular la empresa S.A. RZHD, participa en la modernización de la infraestructura ferroviaria cubana, lo que permitirá en el futuro triplicar el número de usuarios en el país y duplicar el flujo de cargas y la velocidad de los trenes. En octubre de 2018 fue puesta en marcha en Cuba una línea de ensamblaje de carros GAZ y Ural. La empresa rusa avtoVAZ suministró a La Habana, en 2018, 344 carros Lada Vesta para mejorar el servicio urbano de taxis. La empresa Kamaz en el transcurso de los últimos diez años exportó a la Isla más de 3 500 camiones.
«Cuba es el importador más significativo en América Latina de los equipos para la aviación civil. La base del parque de aviones de la compañía nacional Cubana de Aviación está formada por los aviones Il-96, Tu-204 y An-158. Hoy en día se realizan trabajos para recuperar y mantener la navegabilidad de las aeronaves y crear un sistema eficaz de servicio posventa.
«Aumenta la colaboración en la esfera de tecnologías de información y comunicación, sobre todo en la protección de amenazas cibernéticas. En el sector biofarmacéutico hay un considerable proyecto experimental: se está realizando el trabajo para introducir en Rusia el Heberprot-P.
«En la esfera del uso de la energía nuclear con fines pacíficos seguimos realizando proyectos por la línea de la corporación estatal Rosatom, sobre todo en la esfera de la medicina atómica.
«Rusia está dispuesta a participar de forma activa en la realización de un vasto programa de modernización de la economía nacional de Cuba, basándose en los criterios del interés mutuo. Estamos listos para seguir robusteciendo en el futuro los vínculos económicos y comerciales entre nuestros países. Las empresas rusas están interesadas en participar en el fomento de la Zona Especial de Desarrollo Mariel».
—¿Qué perspectivas existen en el turismo?
—Cuba era y sigue siendo uno de los destinos más populares para los turistas rusos. Según los últimos datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba, en 2018 el país fue visitado por 188 000 rusos (en comparación con 105 000 en 2017).
«En diciembre de 2018 entró en vigor el Acuerdo intergubernamental entre Rusia y Cuba sobre la simplificación de la entrada al país y de las formalidades mutuas para obtener visados, ampliando el período de exención de visados a 90 días.
«Muchos visitan la Isla en más de una ocasión. Con condiciones favorables las compañías rusas podrían invertir en la construcción de hoteles y desarrollar la infraestructura turística de Cuba».
—La Federación de Rusia ha enfrentado en los últimos años fuertes medidas económico-financieras de Estados Unidos. ¿Cómo ha logrado superarlas y cómo se encuentra su economía?
—Consideramos ilegales las medidas restrictivas impuestas por Estados Unidos. Tal enfoque del Gobierno estadounidense es un problema no solo para Rusia sino para la economía global en general.
«Sin embargo, la situación macroeconómica en mi país continúa estable ante la volatilidad exterior. No cabe duda de que no nos ayudan, sino que complican nuestro desarrollo pero nos protegemos frente a esas acciones unilaterales. Por ejemplo, como respuesta a la Ley de sanciones contra los adversarios de Estados Unidos, Vladimir Putin firmó la ley federal correspondiente para defendernos.
«En los últimos años nuestra tarea consistía en crear una estructura macroeconómica que fuera estable ante los efectos negativos exteriores. En los últimos dos años el ritmo del crecimiento de la economía se estabilizó a nivel de 1,5-2%.
«Para los años 2021-2022 esperamos alcanzar hasta un 3%, cuando la actividad inversionista llegue al nivel cercano al que se había planeado».