Encuentro entre dos amigos: Kofi Annan y Fidel. Autor: Archivo de JR Publicado: 18/08/2018 | 09:55 pm
Kofi Annan, séptimo secretario general de Naciones Unidas, falleció este sábado en Berna, Suiza, tras padecer una breve enfermedad.
La noticia fue difundida por la fundación que lleva su nombre. No ofrece muchos más detalles, se limita a explicar que su estado de salud se deterioró con rapidez al regresar de Sudáfrica, donde participó en la conmemoración del centenario de Nelson Mandela.
Annan nació en Ghana en 1938, y entre enero de 1997 y diciembre de 2006 ocupó el mayor puesto ejecutivo de la ONU. Fue el primero y único de África subsahariana en ocupar el cargo. En 2001, justo a la mitad de su doble mandato, fue galardonado junto a la organización con el Nobel de la Paz por su labor al frente de la institución para «lograr un mundo mejor organizado y más pacífico».
«He intentado situar al ser humano en el centro de todo lo que emprendemos: de la prevención de los conflictos al desarrollo, pasando por los derechos humanos», dijo al aceptar el premio en Oslo.
Poco después de anunciarse el fallecimiento, su actual sucesor, Antonio Guterres, expresó su tristeza y lo calificó de «fuerza que guiaba hacia el bien».
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, también ofreció sus condolencias a nombre del pueblo y el Gobierno cubanos por el fallecimiento del «destacado hijo de África y activo promotor del multilateralismo». «Recordamos con especial satisfacción sus visitas a Cuba —afirmó—, en particular su participación en la XIV Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, celebrada en La Habana, en septiembre de 2006».
Para muchos, Annan ha sido el mejor de los diplomáticos modernos, el más exitoso de los secretarios generales, pese a haber tenido que dirigir Naciones Unidas en duros momentos. Annan reconoció en su despedida que no poder evitar la guerra en Irak fue su mayor fracaso, «el momento más oscuro», refirió en sus memorias Intervenciones: Una vida en la guerra y en la paz, que citó el diario El País.
Sin embargo, de entre sus tantas reflexiones surgió el concepto de responsabilidad de proteger como obligación de los Estados y las organizaciones internacionales de intervenir cuando un Estado, por falta de capacidad o de voluntad, deja de proteger a sus propios ciudadanos.
Como líder para África, fue un ícono continental y global, destacó la actual secretaria general adjunta de la ONU, Amina Mohammed. «Tuvo una vida profundamente comprometida con el servicio a la humanidad. Lo hizo con dignidad y dio esperanza a los sin voz», escribió en Twitter sobre su «amigo, héroe e inspiración».
El presidente de la Asamblea General de la ONU en su 72 período de sesiones, Miroslav Lajcak, también lamentó la pérdida del «gran estadista, un internacionalista y un visionario defensor del multilateralismo, la paz, el desarrollo y los derechos humanos», refiere PL.
Para el alto comisionado de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, Annan fue un líder internacional, un sabio mentor, un asesor valioso, un buen amigo, un modelo a seguir. Y apara el encargado de Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, constituyó el mejor ejemplo de humanidad, paradigma de la decencia y la dignidad humanas. «En un mundo en el que abundan los líderes que son todo menos eso, esta pérdida se vuelve aún más dolorosa».
Siempre fue valiente, directo al hablar, pero nunca descortés... nos inspiró siendo un líder carismático y dinámico en su calidad de secretario general de la ONU y, sobre todo, fue un amigo y un consejero, para mí como para muchas personas, rememoró el alto comisionado Al Hussein.
«Hay algunos seres humanos que nos parecen irremplazables, seres humanos únicos. Kofi Annan ocupa un lugar destacado entre ellos. Adiós mi querido amigo», agregó.
Ghana, su país natal, decretó una semana de duelo nacional a partir del lunes, y Gobiernos, partidos, activistas sociales y organizaciones africanas lamentaron el fallecimiento.
Tras su mandato, Annan creó una fundación dedicada al desarrollo duradero y a la paz, y formó parte del grupo de los Elders (término inglés que significa los mayores o ancianos pero también los sabios), creado por Nelson Mandela para promover la paz y los derechos humanos. Desde allí continuó su trabajo.
Fue, probablemente, el más cercano a Cuba de todos los secretarios generales de la ONU. La visitó en varias ocasiones, la última de ellas, durante los acuerdos de Paz en Colombia en 2015, cuando se reunió además con Raúl.
Ya había hablado antes —como en muchas ocasiones— con Fidel en La Habana, en 2006. En ese entonces, el histórico líder cubano le obsequió un ejemplar autografiado de la segunda edición de Cien Horas con Fidel y el folleto con la versión en inglés del capítulo 24 de ese libro. En una de las dedicatorias expresó: «A Kofi Annan, nuestro infinito reconocimiento». El mismo reconocimiento, que 12 años después, y con el dolor de conocer su muerte, Cuba le sigue dedicando.