En el terreno diplomático ganó un amplio reconocimiento desde su posición como Canciller venezolana. Autor: Estudios Revolución Publicado: 01/06/2018 | 07:57 pm
CARACAS, Venezuela.— Delcy Rodríguez Gómez tiene un verbo combativo, inteligente. Abogada de profesión, ha defendido con vehemencia y coraje la Revolución Bolivariana y el derecho a la autodeterminación de su pueblo en los más disímiles escenarios.
En el terreno diplomático ganó un amplio reconocimiento desde su posición como Canciller venezolana —entre los años 2014 y 2017—, convirtiéndose en una de las figuras más sobresalientes dentro del Gobierno, tanto a nivel nacional como internacional.
Y desde el 4 de agosto de 2017, por decisión popular, se desempeña como Presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, momento en el cual culminó un período de intensa violencia en Venezuela «con la consolidación de la paz y el proceso electoral constituyente» que ese año cobró vida en la hermana nación.
En diálogo con la prensa cubana, con motivo de la visita a la tierra hermana del Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y a pocos días de la extraordinaria victoria alcanzada en las urnas por la Revolución Bolivariana, el pasado 20 de mayo, Delcy Rodríguez Gómez aseguró que «la Asamblea Constituyente trajo el reequilibrio político a Venezuela […] llegó la paz nuevamente» y se consolidó junto al proceso electoral constituyente que cerró su ciclo con la reelección del presidente Nicolás Maduro Moros por votación mayoritaria.
El pueblo de Venezuela le otorgó a Maduro «un mandato claro, […] antimperialista, porque votó por la autodeterminación».
«Mucha sabiduría tuvo el pueblo con ese 68 por ciento que le dio al presidente Nicolás Maduro»; es un mandato «anti neoliberal, por el socialismo bolivariano y el sistema de protección social […]. No queremos guerra civil en Venezuela, no queremos desestabilización, aquí está la estabilidad política para las reformas económicas que se necesitan» y para proteger al país de la agresión económica.
Inquirida sobre el complejo escenario en que vive su país, sometido a fuertes presiones por el Gobierno de Estados Unidos y sus aliados, Rodríguez Gómez no pudo evitar hablar del pueblo cubano. Rememoró sus numerosos ejemplos de dignidad en la peor de las adversidades, considerados por ella como una referencia histórica que han tomado como una guía, como un faro.
Por eso nuestro llamado —aseguró—, es a que se reajusten las relaciones internacionales de los Gobiernos de la región que no están mirando hacia la unión de la Patria Grande, sino «a satisfacer mandatos imperiales desde el Norte […] y le han dado la espalda a sus pueblos».
Cuba se vuelve un tema recurrente; resulta inevitable. Lazos de hermandad, más allá de la cooperación, son los que unen a los pueblos cubano y venezolano. Nexos nacidos del empuje y el amor que Fidel y Chávez dieron a esta hermandad, y dotaron de «alma a nuestros programas sociales».
Entonces, con franca certeza, la Presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente se muestra convencida de que con la reelección del mandatario Nicolás Maduro Moros y el Gobierno de continuidad que existe en Cuba, encabezado por el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ambas naciones no solo mantendrán sus relaciones bilaterales, «sino que las vamos a profundizar aún más».
«Ello forma parte también de la defensa de la Patria Grande que soñaron Martí y Bolívar; ahí están los cimientos ideológicos de nuestra fraternidad […] así que Cuba y Venezuela seguirán armando un solo corazón».
«Porque cada vez que aquí funciona una de las misiones con cooperantes cubanos, nosotros estamos diciendo que es ese el verdadero amor entre los pueblos. Y eso es lo que debería reinar si queremos una humanidad más justa, deberían verse en el espejo de la relación hermana que existe entre Cuba y Venezuela», valoró.
Y así continúa revelando ante las cámaras sus profundas emociones por Cuba y su pueblo; evoca a Fidel, estampado para siempre «en el corazón de la humanidad entera […] ahí vamos con su legado, con su ejemplo, inspirados en su accionar»; y agradece al General de Ejército Raúl Castro Ruz, cuya presidencia tanto significó para el proceso político de transformación en la región.
La cooperación del pueblo cubano nos llena de orgullo —nos dice y sonríe—. «Para nosotros son héroes y heroínas […] ahí está la expresión de que otro ser humano es posible, un ser humano solidario, acompañando al pueblo en sus penurias, escuchando su dolor, pero que también comparte sus alegrías.»
Uno tras otro Venezuela ha ido sorteando escollos en estos casi 20 años de Revolución Bolivariana. Guerra económica, asedio desde el exterior y también desde las fuerzas opositoras internas; todo tipo de guerra no convencional; feroces campañas mediáticas y mucho más, han dotado de una histórica resistencia al pueblo venezolano, cuya principal fortaleza —al decir del presidente Maduro— está en la conciencia popular.
Es por eso —añade Rodríguez Gómez— que «un pueblo consciente es indestructible, es invencible, y el pueblo venezolano es un pueblo consciente», que «desde la llegada del Comandante Hugo Chávez, se hizo poder político».
Inmensos son los desafíos que continúa teniendo por delante Venezuela, la Presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente lo reconoce, convencida de que esa conciencia popular, esa conciencia colectiva, es lo que ha permitido enfrentar y derrotar las más disímiles agresiones a la Revolución Bolivariana, ante las cuales se ha levantado como escudo protector la identidad nacional.