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En solo un año —y con unos 70 000 pasajeros que prefirieron viajar a La Habana—, Cuba se convirtió en 2017 en el destino más popular de la empresa de cruceros Norwegian Cruise Line Holdings LTD (NCLH), según reveló en la capital el presidente de la compañía estadounidense, Frank del Río.
Ningún otro destino del planeta se volvió tan solicitado en tan poco tiempo, dijo Del Río y previó para 2018 el arribo de unos 130 000 cruceristas en sus barcos, destacó ACN.
Pese a las limitaciones que desde el Gobierno estadounidense se le imponen a los viajes de ciudadanos del país norteño a la Mayor de las Antillas, La Habana sobrepasó a puertos tan atractivos como Barcelona, Venecia, Montecarlo, Honolulu, Alaska y Miami.
Ello se debe —explicó el empresario estadounidense en un encuentro en el Hotel Meliá Cohíba con turoperadores, agentes de viajes y directivos de ambos países— al patrimonio arquitectónico, cultural y natural, además de la idiosincrasia que caracteriza al destino caribeño, donde siempre se «trata amablemente a los visitantes que transporta Norwegian».
Por ello, NCLH, cuya sede se encuentra en la Florida, mostró además interés en apoyar los viajes a la Isla mediante inversiones de diversos tipos.
No hay diferencia entre los pueblos estadounidense y cubano, destacó, al tiempo que puntualizó que el 88 por ciento de los cruceristas eran de EE. UU.
A partir de mayo próximo, la firma de cruceros sumará otros viajes a La Habana con una cuarta marca de buques, con capacidad de 2 000 pasajeros, mientras incorpora los destinos de Cienfuegos y Santiago de Cuba.
Pese al grupo de medidas anunciadas por el Gobierno del presidente Donald Trump en junio del 2017 y que dificultan los viajes entre los dos países con estrictas regulaciones del Departamento del Tesoro de ese país, en la actualidad cuatro compañías de esa nacionalidad (Carnival Cruise Line, Royal Caribbean Cruise Line, Norwegian Cruise Line Holding y Pearl Seas LLP) operan en Cuba, y se espera la incorporación de una quinta, aseveró el despacho.
