Alí Rodríguez Araque durante la conferencia de prensa Autor: Marina Menéndez Quintero Publicado: 21/09/2017 | 07:01 pm
El embajador venezolano en Cuba, Alí Rodríguez Araque, explicó que la Asamblea Constituyente actualizará la Carta Magna bolivariana como instrumento para profundizar y ampliar las conquistas, y lograr una mayor participación y protagonismo del pueblo en la democracia de ese país.
En encuentro con la prensa, el luchador revolucionario venezolano comentó que no hay fuerza humana que impida la elección de los miembros de la Asamblea el día 30 y aseveró que el proceso constituyente significará una relegitimación de la mayoría del pueblo venezolano a la democracia popular y participativa. Por eso, dijo, son las acciones desesperadas para evitar la elección del 30.
Rodríguez Araque también ratificó la apuesta del pueblo y su liderazgo por una salida democrática y pacífica de la coyuntura que vive la nación, y reiteró que todo intento de diálogo ha sido rechazado por la oposición.
Queremos una salida democrática y pacífica, enfatizó. Pero en la escena no estamos solo nosotros, advirtió también, en alusión a una oposición que, dijo, está tutelada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Al iniciar su rueda de prensa, Araque rechazó las amenazantes e injerencistas declaraciones contra su país del mandatario estadounidense el pasado 17 y aseveró que «el problema» de Venezuela son sus reservas de petróleo y la pérdida del control de su explotación por parte de la oligarquía nacional y por Estados Unidos, a tenor con las políticas aplicadas por el líder Hugo Chávez y seguidas por el presidente Nicolás Maduro, que recuperaron para la nación sus recursos naturales.
El nudo de las contradicciones en Venezuela es quién controla el petróleo y distribuye las ganancias, afirmó. Quieren tener más ganancias a costa de lo que deje de obtener el país. «Ese es el problema, lo demás es adorno».
La recuperación del petróleo y el establecimiento de la Constituyente para que tome decisiones importantes para el país son vistos por Estados Unidos como una amenaza a sus intereses. Por eso Washington y la derecha venezolana se empeñan en derrocar al presidente Maduro, denunció.