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TEL AVIV, mayo 17.— Israel se apresta a recibir la semana entrante a Donald Trump con un despliegue policial de 10 000 policías, que se unirán a otros 900 efectivos norteamericanos fuertemente armados, quienes garantizarán su primer viaje al exterior como presidente de Estados Unidos.
Unos 56 vehículos, incluyendo 14 limusinas, serán trasladadas a Israel en 30 aviones de transporte militar C-17, que también descargarán cientos de toneladas de armamento, municiones y equipamiento de seguridad, así como cristales a prueba de balas para blindar la suite presidencial del hotel donde pasará la noche.
Trump desembarcará en el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv, desde donde se trasladará en helicóptero a Jerusalén, donde se entrevistará con el premier israelí Benjamín Netanyahu.
El mandatario estadounidense visitará la Ciudad Vieja de Jerusalén y el Memorial Yad Vashem, en tanto tiene previsto pernoctar en la suite presidencial del histórico Hotel King David.
Las fuerzas armadas israelíes también garantizarán el viaje que al día siguiente hará el mandatario estadounidense a Belén, en el territorio árabe ocupado de Cisjordania, donde se presume pueda reunirse con autoridades palestinas.
El jefe de la Casa Blanca llegará procedente de Arabia Saudita, que acogerá el domingo una Conferencia árabe, islámica y americana, a la que están invitados los gobernantes de Egipto, Turquía, Jordania, Irak, Pakistán y los seis integrantes del Consejo de Cooperación del Golfo.
Tras su elección, Trump se declaró dispuesto a mediar una solución al conflicto israelo-palestino, pero sin comprometerse con la decisión adoptada en Naciones Unidas de reconocer las fronteras previas a la guerra de junio de 1967 y establecer dos estados, uno árabe y otro israelí.
