Familiares de palestinos encarcelados en las cárceles israelíes protestan en la Ciudad Vieja de Al-Quds en apoyo a los cientos de prisioneros palestinos en huelga de hambre. Autor: HispanTV Publicado: 21/09/2017 | 06:56 pm
RAMALLAH, mayo 5.— La huelga de hambre de 1 500 presos políticos palestinos encarcelados en Israel se mantiene firme, a punto de cumplir tres semanas, pese a las maniobras de Tel Aviv para desactivarla.
El desafío de los prisioneros a las rudas condiciones de encerramiento, aún a riesgo de sucumbir por inanición, intenta llamar la atención de la comunidad internacional sobre los múltiples abusos de la ocupación israelí.
Según el Comité de Prensa de la Huelga de la Libertad y la Dignidad las autoridades penitenciarias ejecutan medidas punitivas como la transferencia de prisioneros a otros recintos carcelarios, por lo general peores o más alejados, y restringen las visitas de sus abogados, informó PL.
Los presos solo ingieren sal y agua, sin aditivos nutricionales, vitaminas u otros suplementos. La huelga de hambre, convocada por el popular dirigente palestino y diputado Marwan Barghouti, encarcelado hace varios años, provocó un movimiento de protestas de la población en la ocupada Cisjordania, en solidaridad con sus demandas.
Hombres y mujeres, familiares de los detenidos, reclaman un mejoramiento de sus condiciones de vida.
En la actualidad, unos 6 500 prisioneros palestinos cumplen penas de encerramiento, entre ellos cientos de niños y adolescentes, periodistas, funcionarios electos para cargos públicos y numerosos detenidos sin que hayan sido juzgados.
Según informó el grupo de defensa de los derechos de los prisioneros, más de 800 000 palestinos han sido encarcelados desde que Israel estableció el régimen de ocupación militar, tras la guerra de junio de 1967, cuando extendió su control sobre Gaza y Cisjordania.
Esa cifra, agregó el reporte, equivale al 40 por ciento de la totalidad de la población masculina palestina que vive bajo la ocupación israelí.
De hecho, toda la franja de Gaza es considerada la mayor prisión a cielo abierto del mundo, donde unos dos millones de refugiados se ven impedidos de entrar o salir del exiguo territorio. LN