SEÚL, marzo 23.— Un equipo de expertos sudcoreanos elevaron este jueves hasta 8,5 metros sobre la superficie del mar el ferri «Sewol», casi tres años después de que la nave se hundiera dejando más de 300 muertos, anunció el Ministerio de Océanos y Pesca en Seúl.
DPA informó que el objetivo principal de la operación, que cuesta más de 70 millones de euros, es encontrar los cuerpos de los nueve pasajeros que siguen desaparecidos. Además, tanto las autoridades como las familias de las víctimas esperan obtener más datos sobre las causas de la tragedia.
El «Sewol» se hundió el 16 de abril de 2014 cuando viajaba desde la ciudad de Incheon a la isla de Jeju. De las 476 personas que iban a bordo, tan solo se salvaron 172, entre las que se encontraban los tripulantes de mayor rango.
Entonces, los equipos de rescate encontraron 295 cadáveres dentro del barco hundido y en los alrededores. La mayoría de las víctimas eran escolares que iban de excursión.
Más tarde, los investigadores descubrieron que el barco, de 146 metros de eslora, llevaba un exceso de carga. El Tribunal de Cuentas también responsabilizó del naufragio a varios funcionarios sudcoreanos por corrupción y negligencia.
Ahora, tras una elevación de prueba realizada el pasado miércoles, los especialistas decidieron recuperar por completo el barco de casi 7 000 toneladas cuyo casco, que se encontraba a más de 40 metros de profundidad, será elevado hasta 13 metros sobre la superficie del agua entre dos grandes plataformas flotantes, con la ayuda de cables, y luego será cargado en un barco de rescate.
El «Sewol» será llevado a un dique seco en la ciudad costera de Mokpo, donde se procederá a limpiarlo y examinarlo.
Familiares de algunas víctimas observaron los trabajos de recuperación del barco desde embarcaciones situadas cerca del lugar, según indicó la emisora sudcoreana KBS.
«Lo único que quiero es volver a casa junto a mi hija cuando recuperen el barco», dijo a KBS la madre de Cho Eun-hwa, una de las escolares desaparecidas.
A raíz del accidente, el Gobierno, cuya presidenta fue a la postre destituida, fue criticado por las insuficientes medidas de rescate y el capitán del navío fue condenado a cadena perpetua por homicidio al abandonarlo sin poner a salvo a los pasajeros.